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viernes, 19 de enero de 2024

DD - Capítulo 174

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Capítulo 174
El Mundo que Solo el Señor Demonio Conoce (XI)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
- ...la cabeza. Me atraganté con mis palabras. No eran las palabras de un actor que tenía 10 papeles diferentes en un escenario y lo calculaba todo. Mis emociones se estaban hinchando. - Levanta la cabeza. Ella hizo lo que le dije. Unos ojos negros y puros me miraron fijamente. - Te pregunto lo siguiente. ¿Por qué deseas convertirte en un eterno pedazo de basura? - Oh Gran Ser, eso es porque me aprecio a mí misma hasta un grado insano. Me aprecio tanto que no puedo mentirme a mí misma. Puede que algún día piense para mis adentros lo siguiente “obligar a Luke a morir es un pecado, pero no se podía evitar por el bien de la aldea. No hice nada malo.” Jajaja. No, se podría haber evitado. Podría morir por el bien de Luke; sin embargo, no lo haré. Esta es mi elección. Elegí la muerte de Luke. No quería ocultarme esta verdad. - ... - Por lo tanto, mataré personalmente a mi hermano. Teñiré mi alma con su sangre roja. Viviré eternamente como un pedazo de basura. Oh Gran Ser, creo que generosamente tolerarás esta petición mía. “Porque eres igual que yo.” Los ojos de Daisy me susurraban eso. ¿Por qué has reconocido como humanos a aldeanos de tala y quema y a alguien como yo? ¿Por qué has hecho algo tan inútil? Yo sé la razón. Soy el único aquí que lo sabe... Pretendías cargar con la muerte de todos estos aldeanos tú solo. ¿No es así? No trataste de evitarlo. Nos dijiste la irracional y egoísta razón por la que ibas a matarnos. ‘Eres alguien que no puede controlar cuánto te aprecias a ti mismo. Yo lo sé. Porque yo soy como tú.’ - ... - ... Según un mito que se ha transmitido durante generaciones en este mundo, las almas de las personas eran un poco más grandes hace mucho tiempo. Eran lo suficientemente grandes como para poder vivir sin tener que sacrificar a otras personas. La gente estaba completa. Bastaba con amarse a uno mismo. Los dioses empezaron a tener miedo cuando se dieron cuenta de lo excesivamente perfecta que era la gente. Entonces desgarraron sus almas a la fuerza. Algunas personas fueron desgarradas en 2, 3 o 4 pedazos. Las almas de las personas se volvieron pequeñas y ya no podían evitar sacrificar a otros. Ahora la gente vaga eternamente tratando de encontrar sus partes perdidas. - Eres, increíblemente peligrosa. - Sí, eso es correcto. La chica asintió como si hubiera escuchado algo obvio. - Si yo matara a Luke... entonces tratarías de vengarlo hasta tu último aliento. - Eso es correcto, Oh Gran Ser. Incluso si mi vida llegara a su fin, dejaría este destino a otro y continuará transmitiéndose hasta que finalmente llegue el día del fallecimiento de Su Señoría. Los padres de Daisy temblaron visiblemente, pero no me importó. - Tengo miedo de ti. - Sí. Yo también tengo miedo de Su Señoría. - ¿Entonces qué hay que hacer? ¿Tengo que matarte? No la estaba amenazando. Se lo preguntaba sinceramente con terror y miedo. Daisy respondió. - Su Señoría tendría que masacrar hasta el último humano de aquí, incluyéndome a mí. Después de todo, puede que algún día alguien intente vengarse de Su Señoría. - ¿Qué harás si te digo que iba a hacer precisamente eso? - Esa sería realmente una sabia decisión. Sin embargo, por favor, permítanos acabar con nuestras vidas por nuestra cuenta. Varios aldeanos soltaron un grito ahogado. La chica y yo continuamos mirándonos fijamente, sin prestar atención a la reacción de los que nos rodeaban. - Estaríamos acabando con nuestras propias vidas. Su Señoría no tendría más remedio que permitirlo. “No eres tan mezquino para poder negarnos eso”, esto era lo que ella estaba diciendo. - Docenas de humanos se suicidarían por culpa de Su Señoría. Los hombres llorarían mientras apuñalan con rabia sus propios cuellos. Las madres llorarían mientras matan a sus bebés y apuñalan sus propios cuellos con las mismas cuchillas que habían usado para matar a sus hijos. Esto puede durar muchas horas. “Tú, como alguien que nos ha reconocido como humanos, no puedes interferir durante este proceso.” - Esto puede durar una noche entera o varios días. Pueden pasar varios días y la gente puede morir de sed. “Sin embargo, no puedes interferir. No podría hacer nada. Jamás.” Debido al credo que voluntariamente decidiste llevar por tu cuenta. - Oh Gran Ser, ¿serías capaz de soportar esta escena el resto de tu vida? Había una sonrisa de satisfacción en los labios de Daisy. - ... Mis gólems y hadas que estaban vinculados a mí emocionalmente se inquietaron. Los gólems empezaron a gemir en voz baja mientras que las hadas empezaron a entrar en pánico y a lanzarse frenéticamente por el aire. Los aldeanos que estaban cerca de los monstruos lanzaron pequeños gritos cuando éstos empezaron a moverse. - Ese es mi problema. Niña, no es algo de lo que debas preocuparte. La chica no respondió. Simplemente inclinó la cabeza respetuosamente. “La elección es suya”, así fue como interpreté su gesto. Permanecí un rato en silencio. Pensé y pensé. - ... ‘Una parte innecesaria de mis emociones, ¿eh? Tonto. Piensa en la época con Jack Aland. Esto podría ser una repetición de lo que pasó entonces. Pero, a pesar de eso...’ Miré hacia abajo. Los padres de Daisy y Luke seguían postrados ante mí. El padre estaba muy herido porque había luchado contra un gólem. Tenía el brazo y la pierna doblados. Dejé escapar un suspiro. Parece que estaba destinado a morir como un tonto. Iba a tener que arriesgarme de nuevo. - Jeremi, cura a este hombre. Ordené mientras señalaba al padre de Luke. Jeremi no dijo nada mientras sacaba una poción. Empapó un paño con la poción y lo usó para limpiar las áreas heridas en el cuerpo del hombre. Ella tuvo que torcer sus miembros ocasionalmente para que sus huesos sanaran apropiadamente. El hombre gimió. - Cura también a los demás heridos. - Entendido. Jeremi fue alrededor y curó a los aldeanos. Los aldeanos parecían no tener idea de lo que estaba pasando, pero sus caras se iluminaron una vez que se dieron cuenta de que iban a vivir. Sin embargo, mi cara estaba completamente helada. - Niña, ¿entiendes por qué los estoy curando? - Supongo que es para obtener mi favor. - Así es, maldita mocosa. Lograste arrastrar mi buena voluntad. En otras palabras, has conseguido que ya no desee matarte. Hiciste un trabajo espléndido jugando con tu vida y la de los aldeanos. - Me halagas. La niña respondió sin pestañear. Realmente no hay nada que esta niña de 10 años no pueda decir. Me enfadé. - Voy a hacer una apuesta contigo. Haré lo que sea necesario para ganarme a Luke. Si Luke realmente me jura lealtad, maldita mocosa, no sólo perdonaré la vida de Luke, sino que te perdonaré a ti, a tus padres y al resto de esta aldea. Si, a pesar de mis mejores esfuerzos, Luke se niega a jurarme lealtad... entonces juro a la Diosa que Luke, tú, tus padres y todos los presentes serán convertidos en cadáveres. Le expliqué las reglas del juego a Daisy. - Tu hermano es un gran riesgo. Un juramento de lealtad normal no será suficiente. No puedo reconocerle sin un contrato mágico de esclavo que me dedique todo su cuerpo y su alma. Además, no puedes contarle a tu hermano mi objetivo ni mis intenciones. - ... Daisy me miró seriamente. - Por este motivo, debes convertirte en mi esclavo temporalmente. - ¿Tu esclavo? - Así es. Al grabarte un sello de esclavo, te impedirá hacer cualquier cosa que vaya en contra de mi voluntad. Serás incapaz de hacer cosas que yo prohíba. Si no estáis de acuerdo, los mataré a todos aquí y ahora. Esta era literalmente la mínima medida de seguridad que podía tomar. ¿Se daba cuenta de que hablaba en serio? Daisy dio una respuesta inmediata. - Entendido. Oh Gran Ser, me convertiré en tu esclava. - Aunque Luke me jure lealtad y ganes esta apuesta, no tengo intención de librarte de tu sello de esclava. Después de todo, eres una humana aterradora. - Sí, lo entiendo. Daisy asintió con la cabeza. ‘Qué mocosa más insolente.’
* * *
Tuve que romper 2 pergaminos de teletransporte de rango medio. Esto fue por el bien de enviar a los aldeanos de vuelta a mi castillo con mis gólems. Acabé gastando cientos de monedas de Oro en un instante. Los aldeanos iban a vivir en la aldea de Parsi. Sin embargo, me quedé con la familia de Luke y Daisy por un momento. A continuación, planifiqué minuciosamente una escenificación teatral. Primero prendí fuego a la aldea de tala y quema. Hice el fuego lo suficientemente grande como para que se pudiera ver el humo desde cualquier lugar. En cuanto vio el humo, un niño empezó a correr desesperadamente hacia la aldea. Me quedé escondido mientras le observaba. El cual gritaba. - ¡Papá! ¡Mamá! ¡Daisy! Una vez que lo hizo, como habíamos decidido de antemano, el padre de Luke le gritó. - ¡No! Esa sola palabra bastó para que el niño dejara de correr y retrocediera de un salto. En realidad, habíamos preparado más frases además de un simple “no”, pero esa sola frase bastó para que el chico comprendiera la situación. Como era de esperar del chico destinado a convertirse en héroe. El cual corrió casi como un loco. A pesar de ser un niño, corría por el bosque como un lobo. Si no hubiera colocado a mis asesinos detrás de él, probablemente lo habría perdido. Finalmente, el chico disminuyó la velocidad y aparecí cerca de él disfrazado de soldado. No fue difícil disfrazarme ya que llevaba una armadura debajo de mis ropas de sacerdote. Procedí a gritar mientras miraba a mi alrededor para que pareciera la mayor coincidencia posible. - ¡Soy un oficial de patrulla! ¿¡Hay algún superviviente!? ¡Soy un oficial de patrulla! ¡Maldita sea! ¿Supervivientes, hay algún superviviente? El chico saltó de un arbusto. - ¡Estoy aquí! ¡Señor Soldado! ¡Estoy aquí! ‘Mordió el anzuelo.’ - ¡Oh Dios mío! ¡Realmente estás aquí! - ¡Un monstruo, un monstruo atacó... el pueblo está en llamas! ¡Mi mamá y mi papá! El chico me trataba como a su salvador mientras me contaba lo que había sucedido sin ningún reparo. Prácticamente me gritaba que salvara a su familia. - Está bien. Eres un niño valiente. Cálmate, cálmate. Bajé la espalda y acaricié la mejilla del niño. Luke, el niño que se convertirá en el héroe. Acaricié suavemente la mejilla del niño que era uno de los candidatos a arrancarme el corazón. - Un batallón de soldados acaba de entrar en la aldea. Me ordenaron dar una vuelta y buscar posibles supervivientes. - ¿Soldados? ¿En serio? El niño soltó un suspiro de alivio. - ¿De verdad van a sobrevivir mi madre y mi padre? ¿Mi hermana pequeña también? ¿También la gente del pueblo? - Por supuesto. Te lo prometo. Pronto estarás con toda la gente del pueblo. Mi consuelo debió de ayudarle a relajarse, porque el niño se echó a llorar. Pensaba que su familia había muerto, pero le acababan de decir que seguían vivos. Por supuesto que se alegraría. - Oh querido. Parece que por fin te has calmado. Muy bien, ven aquí. Levanté al niño. - Tu hermana pequeña se llama Daisy, ¿verdad? - Hkk... Señor, ¿conoce a Daisy? - Sí, la conozco. Y tú te llamas Luke. - Sí. Sonreí. - Conozco tu pueblo al dedillo. He oído hablar mucho de él. Incluso sé lo de la chica de al lado a la que te confesaste cuando tenías 7... - ¿Eh? ¡Aah! ¡Aaah! ¡Cómo sabes eso! ‘Porque soy tu enemigo jurado, héroe.’ Caminé por el bosque con Luke en mis brazos. Él era pesado. Su peso no era lo único que lo hacía pesado. El peso de mi vida también estaba allí. Así era como me sentía. La función comenzaba una vez más.

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