Capítulo 245
El Maestro de la Mazmorra (III)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: pendiente
Corrección: pendiente
- Uh, hey. Alguien, uh, conmigo, el Señor Demonio...
El joven se quedó perplejo mientras intentaba sacar el tema de nuevo. Fue en ese momento, cuando una empleada que estaba sirviendo la comida y las bebidas hizo tropezar al joven por detrás. El joven emitió un sonido lastimero al recibir la inesperada agresión y cayó de forma aparatosa.
- ¡Vaya, lo siento! No miraba delante de mí.
El joven se enfrentaba a una situación inesperada tras otra. Naturalmente, siguió la corriente de lo que decía la camarera, ya que su mente aún no estaba del todo calmada. La camarera le tendió la mano en señal de disculpa y el joven la aceptó distraídamente. La camarera la soltó justo cuando el joven estaba a punto de levantarse. El joven perdió el equilibrio sin poder evitarlo y volvió a caer. Los aventureros que le observaban desde lejos rieron una vez que el joven volvió a caer.
La camarera se agachó para mirar la cara del joven.
- Vaya por Dios. ¿Qué voy a hacer? Soy bastante débil por ser mujer. Pero señor aspirante a caballero autoproclamado, yo te animaré. Si derrota al Señor Demonio, entonces yo seré la mujer que hizo caer al héroe, ¿no?
Los aventureros a su alrededor se rieron. Claramente se estaban riendo del joven. El joven fue capaz de atar cabos una vez que las cosas llegaron tan lejos. Su rostro enrojeció.
- ¡Cómo pudiste hacer algo tan descortés...!
- Tú fuiste el descortés primero, pequeño caballero. Escuche con atención. Esto no es un campo de prácticas para que los jóvenes aspirantes a caballero vengan a usar las cosas que aprendieron. ¿Entendido? Este es nuestro lugar de trabajo. Un lugar donde nos ganamos la vida. ¿Lo entiendes? El mundo puede estar jodido, pero no deberías intentar abiertamente destruir nuestros platos de comida. Son modales básicos.
- ¡Cómo puedes tratar a un Señor Demonio como un medio para ganarse la vida! Encontrar una manera de mantener sus medios de vida es naturalmente importante; sin embargo, ¡hay muchas cosas en el mundo que son más importantes que eso! Matar a un Señor Demonio que está atormentando el continente, ¡ese es nuestro importante deber como humanos!
- Chico, a nadie le importa qué clase de creencias éticas tengas. Aunque murieras en este mismo instante, el mundo está repleto de gente que puede reemplazarte.
La camarera agarró con fuerza el dedo del joven.
- Miles de aventureros pueden vivir sus vidas gracias a un solo Castillo del Señor Demonio. Sólo en esta ciudad hay miles de humanos que pueden ganarse la vida gracias a esto. Si matas al Señor Demonio con esa gran espada de la justicia, entonces todos nos quedaremos sin trabajo, ¿Puedes responsabilizarte de la vida de miles?
- ...
El joven nunca lo había pensado así. La guapa empleada de pelo naranja resopló.
- Por supuesto que nos reiríamos cuando alguien que ni siquiera puede cuidar de sí mismo afirma que asumirá la carga de miles. Si no estás aquí para trabajar, lárgate, imbécil. Como puedes ver, este lugar siempre está ocupado. Si alguien como tú se queda aquí distraído, incluso yo acabaré chocando con él sin querer.
El joven no pudo replicar mientras era expulsado del gremio. Los otros aventureros rieron una vez más al ver al joven salir a toda prisa. No tenían ningún tipo de malicia hacia el joven. Simplemente sentían que un tipo interesante había aparecido durante su terriblemente aburrido día.
Estaban agradecidos porque les hacía reír a pesar de sus difíciles vidas. Había un buen número de aventureros que realmente pensaban así. Después de todo, sólo sería una pérdida para ellos cuanto más en serio se tomaran la vida. ¿Cómo podría alguien vivir la vida de un aventurero y también vivir su vida en serio al mismo tiempo?
Uno de los aventureros comentó mientras bebía su cerveza de cebada.
- Eres demasiado amable con los novatos, Fleur. Ya te he dicho muchas veces que no tienes por qué hacerlo. ¡Déjalos en paz! De todos modos, a los tontos como ellos les espera un futuro oscuro, así que no tienen ni idea de si alguien intenta ayudarles. No tiene sentido. Es inútil, te lo digo.
Varias personas expresaron su acuerdo. La chica puso las manos en las caderas y suspiró.
- Menudo anciano senil ha descendido sobre nosotros. ¿Crees que el mundo fluye como tú quieres? Digo las cosas que digo porque no puedo ganar contra mi propio temperamento. Así soy yo, así que no te metas en mis asuntos, viejo.
- Nuestra chica del gremio también tiene una lengua muy afilada.
El aventurero dio un trago a su cerveza.
- Kuh. Siempre he tenido curiosidad. Fleur, ¿por qué eres siempre tan amable con los novatos? Dices que es por tu carácter, pero sinceramente parece mentira. Por mucho que lo piense, este tipo de intromisión no va contigo.
Murmuró la chica en voz baja.
- Sería feliz si nadie muriera. Especialmente dentro de ese Castillo del Señor Demonio...
Los otros aventureros asintieron solemnemente en respuesta. Era una historia común. Alguien muy preciado para ella probablemente murió dentro del Castillo del Señor Demonio. Ya fueran sus padres, su amante o tal vez un hermano. Era algo común en este mundo. Por lo tanto, los aventureros decidieron no indagar más.
‘No preguntes a alguien algo que no quiere responder. Esta era una de las leyes tácitas que debías cumplir a toda costa si querías sobrevivir en este campo de trabajo el mayor tiempo posible.’
Pensó el aventurero mientras bebía su cerveza.
- Ahora que lo pienso, su padre era un famoso aventurero.
Al parecer, era un aventurero de Rango Rojo. Sin duda, era un padre del que sentirse orgulloso. Ser capaz de criar a un hijo era en sí mismo un logro para los aventureros tan impresionante como salvar el mundo. Al parecer, Fleur había estado trabajando en el gremio de la ciudad vecina antes de poder trasladarse aquí gracias a las conexiones de su padre.
El aventurero sintió curiosidad, pero naturalmente dejó de pensar en ello.
‘Creo que nunca oí que un aventurero de rango Rojo muriera en el Castillo del Señor Demonio de Dantalian... Bueno, no importa.’
El aventurero era un veterano que estaba llegando a su séptimo año en ese trabajo. Sabía mejor que nadie que en este lugar era mejor no pensar demasiado las cosas. Bueno, pensó para sí.
‘Cuantos más secretos tienen el mundo y una dama, más bonitos parecen...’
* * *
El joven que fue expulsado del gremio tuvo que dormir en la calle aquella noche. No tenía dinero.
- ...Al menos no hace tanto frío.
El joven se abrió paso entre un par de edificios. Lo hizo con la preocupación de que su cuerpo se pusiera rígido debido al viento frío, pero también para estar preparado contra los ladrones. Si un par de ladrones se le acercaban mientras descansaba en este callejón, entonces debería ser capaz de luchar contra ellos.
- Aaah.
Un suspiro salió solo. Comprobó las tarifas de alojamiento por si acaso, pero era como esperaba. Ni siquiera era cuestión de tener suficiente dinero para alojarse en una posada, no tenía ni para alquilar los establos de alguna familia. Si agachaba la cabeza y mendigaba descaradamente, probablemente podría quedarse una noche gratis. La gente de esta ciudad no parecía cruel. Sin embargo, la parte desvergonzada le molestaba. La vida del joven hasta ahora no le había acostumbrado al acto de mendigar...
Toda su fortuna era solamente 1 moneda de Plata. Podía comprar 4 piezas de pan antes de quedar completamente arruinado.
Por supuesto, podía aguantar un par de días, pero ¿qué pasaría después...?
- No, no puedo ser débil. ¿Qué estás haciendo, Frederick Schiller? Tu determinación es débil y el mundo es duro. Dicen que el mundo duro es como una montaña, así que sólo aquellos que la conquistan pueden convertirse en héroes, ¿verdad?
El joven recitó las palabras que había aprendido en clase mientras miraba el cielo nocturno. Era el mismo cielo nocturno que veía cuando aún estaba en la academia y tenía grandes sueños. El joven se mentalizó. Por lo tanto, no importaba de dónde viniera alguien, si había nacido noble o esclavo, y si vivía su vida como caballero o aventurero. Sólo había un camino que la gente debía recorrer. El camino de la justicia. No importaba dónde estuviera ahora. Su yo actual era indudablemente lamentable. No sólo era completamente miserable, sino que también estaba a punto de dormir en un callejón sucio. Sin embargo, no importaba...
Al día siguiente.
- ¿Hay alguien aquí lo suficientemente valiente para matar a los sirvientes del Señor Demonio conmigo?
El joven volvió al gremio y gritó con fuerza. Sentía que la Diosa Artemisa le había dado otro aire de confianza después de una noche de descanso. Aunque lo cambió de matar al Señor Demonio a matar a los sirvientes del Señor Demonio.
- ...
La empleada miró al joven. No dijo nada, pero su mirada era mucho más fría que ayer. Ignoró al joven y continuó sirviendo cerveza de cebada a los otros aventureros. El mismo aventurero de ayer soltó un bufido al recibir su cerveza.
- ¿Ves, qué te he dicho? No va a entrar en razón.
- Di algo estúpido delante de mí una vez más y te partiré la polla por la mitad.
No fue sorprendente que nadie respondiera al grito galante del joven. El joven no tuvo más remedio que volver al callejón sin hacer ningún resultado hoy tampoco.
Y al día siguiente.
- ¿No hay nadie lo suficientemente valiente como para matar monstruos malvados conmigo?
El joven seguía confiado, pero su rostro estaba ligeramente más pálido que de costumbre mientras gritaba. Los otros aventureros ya estaban acostumbrados, así que ni siquiera se giraron para mirarlo. En realidad, habían hecho apuestas sobre cuánto tiempo iba a seguir así el joven.
Al día siguiente, al otro y al otro... Durante 4 días seguidos. El joven se moría de hambre.
- ...
Estaba hambriento. Su cuerpo ya estaba agotado después de su largo viaje para llegar aquí. Añadir varios días de hambre era difícil de soportar incluso para un joven aspirante a caballero.
Afortunadamente, era domingo. La gente hacía un nuevo lote de sopa cada lunes. Así, la sopa se volvía insípida como el agua cada día que pasaba. El domingo era cuando el caldo de sopa de la gente sabía más soso. A los mendigos se les echaba sin piedad los lunes cuando venían a pedir sopa, pero los domingos se les daba al menos un plato.
- ¿Me das un plato de sopa...?.
El joven pasó todo el día recorriendo 6 pueblos diferentes. La razón era sencilla. Temía parecer un desvergonzado si iba a mendigar a un solo pueblo. La gente parecía molesta, pero le dieron sopa de todos modos.
- ¿Por qué un joven con todos sus miembros aún intactos hace algo así...? tsk tsk.
Normalmente, incluso esta sopa insípida iría a un grupo específico de personas. Todos los pueblos tienen huérfanos. Si no existe un orfanato, los huérfanos vivirían en la calle, así que se prepararía una “Gracia de domingo” para estos huérfanos. Así que la gente se sorprendió al ver a un joven, que aún parecía sano, venir a pedir sopa aunque obviamente no era huérfano.
El joven no pudo soportar más la humillación. No pudo conseguir compañeros, pero de todos modos entró solo en el Castillo del Señor Demonio. 2 goblins atacaron al joven. Monstruos bestiales que le enseñaron que eran los más débiles entre los monstruos. A pesar de todo, el joven casi pierde un brazo tratando de hacer frente a los 2 goblins.
- Aa hah... haa.
Estudiar sobre ellos y la realidad eran cosas diferentes. Si manejar a 2 goblins era tan difícil, ¿qué pasaría si le hubieran atacado 3? El miedo se apoderó de él. El Castillo del Señor Demonio no era un lugar por el que pudiera vagar solo. El joven se puso un cadáver de goblin a la espalda y se marchó rápidamente.
Nunca aprendió a descuartizar monstruos, así que, ignorantemente, se puso un cadáver a la espalda antes de escapar. El joven dejó el cadáver a un carnicero y ganó 1 sola moneda de Plata. Le habían estafado, pero no podía evitarlo, ya que desconocía los precios. Con la moneda de Plata compró una barra de pan, un trozo de queso y un poco de sopa. La comida estaba tan buena que se le salieron las lágrimas.
Al día siguiente.
El joven volvió al gremio y habló con cuidado.
- Acepto 1 moneda de Plata por goblin. ¡1 moneda de Plata por goblin...!
Sonaba un poco torpe, pero su voz se fundía con el ambiente ruidoso del interior del edificio.
- ¿Alguien quiere ir a cazar goblins? 2 monedas de Plata por goblin. Sé cómo descuartizarlos.
- ¡Te lo dije, 1 moneda de Oro por persona es una locura!
- Hey. Descubrí que las Torres de Magos manejadas por demonios y humanos son todas iguales. ¡No hay nadie digno de confianza en el mundo!
Como cualquier otro día, la gente buscaba trabajo como de costumbre. La empleada sonrió mientras observaba al joven desde lejos.
- Ahora ha aprendido a hablar correctamente.
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