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lunes, 11 de marzo de 2024

DH - Capítulo 68

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Capítulo 68
El Precio del Crecimiento (IV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Curtis caminó en círculo alrededor de los cadetes antes de hablar. - Habilidad, ¿qué es la habilidad? No crean que por luchar unas cuantas veces se harán fuertes, ni piensen que son asombrosos sólo por tener un poco de habilidad. Un Jinete de Dragón Negro oficial, aunque sólo sea un soldado raso, requiere al menos habilidades de cuarto nivel. Por eso aquí, ¡el tercer nivel de habilidad se considera el principio! De cuarto a octavo nivel de habilidad sólo se consideran avanzados. Un cadete preguntó de forma tímida. - Entonces, ¿qué pasa con los superiores a octavo nivel? - ¿Por encima del octavo nivel? ¿Por qué no vas al edificio de 7 pisos de los Jinetes de Dragón Negro y preguntas? He oído que allí hay bastantes generales. La cara de la cadete enrojeció y ya no se atrevió a seguir preguntando. Curtis escupió un puñado de saliva y retorció los músculos de su cuerpo que parecían pertenecer a una persona mutada. Mientras se paseaba de un lado a otro. - Ya que parece que los mocosos siguen bastante obedientes, les daré un sermón a todos. Recuerden: primero, las habilidades que se pueden usar son habilidades verdaderas. Segundo, las habilidades obtenidas en la naturaleza siempre serán más fuertes que las inyectadas. Tercero, para seleccionar una combinación de habilidades adecuada, no es tan sencillo como ponerse una inyección. 3 habilidades de segundo nivel que combinen bien no serán necesariamente más débiles que una habilidad de quinto nivel. Eso es todo. Terminamos por hoy, ¡dispérsense! Casi todos los cadetes se miraron consternados. Nunca pensaron que la conferencia que esperaban era sólo estas 3 frases. Dentro de estas 3 frases, la primera era obvia. La segunda hacía tiempo que se había demostrado falsa, y la tercera era lo mismo que no decir nada. Todos los que pudieron entrar en este campo de entrenamiento tenían algo de experiencia, y los peores tenían habilidades de tercer nivel. Sin embargo, el principal problema al que se enfrentaban era que no había suficiente medicina de modificación genética. Fortalecían lo que podían fortalecer, porque ¿de dónde iban a sacar la opción de elegir? Incluso para esta gente, las medicinas de fortalecimiento genético por encima del tercer nivel eran increíblemente caras. Al disolverse, tuvieron todo un día de ocio. Aparte de los grupos que estaban juntos al principio, pocos individuos salieron de los barracones. Todos los cadetes se preparaban para la batalla que estaba a punto de producirse. La verdadera sed de sangre se desataría entonces. Su yacía en la cama inmóvil. Aunque su conciencia se había reunido, aún quedaban muchas lagunas. Tampoco tenía prisa y lentamente cerró las heridas, así como renovó el control sobre su cuerpo. Lo que fue un poco inesperado fue que el sufrimiento que esta vez lo puso al borde del colapso, ¡en realidad le trajo 2 puntos de evolución! Aunque parecía fácil, incluso con la fuerza de voluntad de Su, no deseaba que hubiera una segunda vez. El campamento estaba extremadamente silencioso. La intención de matar llenaba lentamente el aire. Mientras Su se recuperaba en silencio y pensaba en las palabras del capitán, el cuartel general de los Jinetes de Dragón Negro no estaba tranquilo. Una limusina negra se dirigió a toda velocidad hacia la puerta y se detuvo de repente. Sus ruedas crearon hebras de humo, y el largo coche se desvió suavemente antes de detenerse frente a las escaleras. Las acciones de este vehículo eran extremadamente groseras, pero el tenue escudo de armas de tridente dorado del vehículo hizo que se disipara cualquier idea de interferir que tuvieran los Jinetes que custodiaban la puerta. La puerta del asiento del conductor se abrió de un empujón, y salió un enfadado O'Brien. Esta vez, no trajo chófer y condujo él mismo. Se dirigió hacia la gran puerta y no prestó atención a los guardias. Se dirigió directamente al sexto piso. Los guardias y muchas personas del edificio reconocieron a este Jinete de Dragón Negro de primera clase, recién llegado a la madurez. Al ver su expresión facial, los guardias volvieron los ojos con tacto y omitieron incluso los procedimientos estándar de inspeccionar su identificación. Mientras tanto, los que pasaban por allí también vieron su aspecto furioso y se preguntaron qué podía haber pasado. Los pocos que conocían la situación tenían alguna idea. Sin embargo, todos se dieron cuenta de que este joven cuya naturaleza infantil no había desaparecido por completo aún podía mostrar este tipo de apariencia imponente. Unos pasos claramente enfadados resonaron por el pasillo del sexto piso. Cuando el ayudante de Perséfone oyó esos pasos, abrió de un empujón la puerta de su pequeño despacho y utilizó su sonrisa más sincera para dar la bienvenida a O'Brien. - Señor O'Brien... - ¡Fuera de mi camino! Con un gesto de la mano, un campo de fuerza informe hizo retroceder al ayudante. Su cara cambió mucho. Nunca pensó que el siempre tranquilo y gentil O'Brien sería en realidad tan feroz e inquebrantable al estar enfadado. Aunque la familia del ayudante no era tan antigua ni poderosa como la de los Fábregas, no podía considerarse una familia pequeña. Siguió a Perséfone y sirvió como su ayudante no sólo por sus propias perspectivas, sino también para desarrollarse junto a esta belleza sobresaliente y problemática. Sin embargo, nunca pensó que el modesto O'Brien no lo respetara ni un poco. Aunque casi todo el mundo sabía que el rango de soldado de primera de O'Brien no se correspondía con su verdadera habilidad, que un teniente primero fuera rechazado por un soldado de primera no sonaba muy bien. O'Brien no prestó atención al humillado y asustado ayudante y abrió de un empujón la gran puerta del despacho de Perséfone. Tras entrar, cerró la puerta con fuerza, impidiendo el paso al ayudante y a las cabezas que se asomaban. Perséfone, que estaba luchando con una pila de documentos, levantó la mano. Apoyando sus gafas, dijo con indiferencia. - Pequeño O'Brien, tu exposición de hace un momento carece realmente de elegancia. O'Brien se puso delante de la mesa del despacho de Perséfone con grandes pasos. Apoyó las manos en la mesa e inclinó el torso hacia delante. - ¿Elegancia? Al diablo con la elegancia. ¿Es cierto que reclutaste a Su en los Jinetes de Dragón Negro? - Así es. Actualmente está participando en el campo de entrenamiento de Curtis. Si no ocurre nada inesperado, podremos dar la bienvenida a un nuevo Jinete en 3 meses. - ¡Maldita sea! ¡Ya he crecido, así que, por favor, deja de tratarme como a un niño pequeño! Déjame preguntarte, ¡¿cómo vas a lidiar con la muerte de Laiknar?! - En cuanto a la familia Fábregas, me ocuparé de ella. El lápiz de Perséfone giró rápidamente entre sus dedos. Aquellos que estaban familiarizados con ella sabían que esto era una señal de que se estaba impacientando. O'Brien, naturalmente, estaba aún más familiarizado con este gesto. - ¿Entonces piensas dejar morir a Laiknar así como así? Deberías entender que era el hermano mayor al que más respetaba. Quería que interfirieras en la persecución de Su para que Laiknar pudiera descansar en paz, no para recomendar otro candidato a mascota masculina. La voz de O'Brien empezó a calmarse cuando llegó a sus dos últimas frases. Sin embargo, contenían mucha más presión que la voz rugiente con la que hablaba hace un momento. El lápiz volador se detuvo de repente. Perséfone miró a O'Brien con frialdad, y la punta del lápiz golpeo la mesa del despacho una y otra vez. O'Brien se quedó mirándola largo rato. Finalmente, comprendió su expresión. En este asunto, ella definitivamente no cambiaría de opinión. O'Brien respiró hondo y dijo con calma. - Señorita Perséfone, o mejor dicho, General Perséfone, comprendo la firmeza de su estimada persona en este asunto. Sin embargo, debo recordarle que la razón por la que su estimada persona es capaz de sentarse en esta oficina general, aparte de una fuerza incuestionable, se debe a la ayuda de la familia. Ya tengo 18 años y poseo las capacidades y cualificaciones necesarias para mantener a la familia. Si su estimada persona no está dispuesta a ceder en este asunto, entonces creo que, a partir de mañana, la fuerza militar y el poder de la familia ya no estarán bajo el control de su estimada persona, ni le ofrecerán protección alguna. Su estimada persona tendrá que vérselas personalmente con la familia Fábregas... En un principio no me interesaba el estatus ni el poder, y en el pasado había deseado que la familia prosperara bajo la dirección de su estimada persona. Mientras tanto, podría pasarme la vida dedicándome tranquilamente al arte y al conocimiento. Siempre que usted me necesitara, estaría a su lado. Sin embargo, ahora es diferente. Aunque soy joven e inexperto, la familia tiene más que suficientes ancianos para ayudarme. He decidido asumir esta responsabilidad yo mismo y no permitir que una mujer actúe arbitrariamente. Tras decir estas cosas, el rostro de O'Brien palideció un poco. Su pelo gris estaba mojado y pegado a su frente. Enderezó el cuerpo y soltó un largo suspiro. El color también se había desvanecido de sus labios. - Por supuesto, creo en la decisión de su estimada persona. Si no surge ningún imprevisto, en 3 meses veremos un nuevo jinete de dragón. Sin embargo, este mundo está lleno de imprevistos, ¿no es cierto? Aunque realmente no ocurriera nada, podemos crear un acontecimiento inesperado. Creo que mucha gente querrá ver este acontecimiento inesperado. Después de hablar, O'Brien se dirigió hacia la puerta. Antes de abrir la puerta, O'Brien se giró de repente y dijo rápidamente una frase antes de marcharse inmediatamente, tratando de ocultar el ligero temblor en su voz. - Hermana mayor, cuídate. Dentro del gran despacho, Perséfone permanecía sentada en silencio, erguida como una escultura. Sabía que su hermano pequeño ya había crecido. Mañana cargaría con la pesada responsabilidad de la familia. Aunque aún era extremadamente blando e inmaduro, ya empezaba a mostrar decisión y un estilo agresivo de afrontar las cosas. La decisión de O'Brien parecía sobrepasar las expectativas de Perséfone, pero su decisión era correcta. Dejar de lado los muchos años de amistad que tenían con la familia Fábregas por el bien de un insignificante forastero era una decisión carente de sabiduría. Una vez expulsada de la familia, las decisiones de Perséfone no afectarían a la relación entre las familias. Además, ella creía que la familia Fábregas definitivamente sacaría suficientes cosas para compensar la pérdida de la familia de un Jinete de Dragón Negro con rango de General. También sabía que a partir de mañana no sería miembro de la familia. A partir de hoy, Perséfone, la general mayor más joven de los Jinetes de Dragón Negro, tendría que enfrentarse al mundo sola. El lápiz negro golpeó la pantalla y Su apareció. La imagen mostraba a Su de espaldas al sol poniente mientras caminaba hacia delante. Sólo la boca de la Barrett a su espalda deslumbraba con un poco de luz solar. Toda su cara estaba oculta en la oscuridad, su expresión era difícil de discernir. Sólo se veía el tenue y oculto brillo verde oscuro de su ojo. En la oscuridad, el parche negro del ojo seguía llamando la atención. Su caminaba por un camino roto que atravesaba el cuadro. No había final ni se veía el principio. - Maldición, estoy acabada.

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