Capítulo 75
La Masacre (IV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Su oyó un sonido familiar. Sólo que, cuando estaba en el avión, lo que oía eran aullidos y rugidos graves. En este momento, lo que oyó fue sólo dolor, aullidos y gritos que sonaban parecidos a maldiciones. Estas frecuencias extremadamente altas que el oído humano no podía oír eran emitidas por el arbusto en llamas que tenía delante. Esta existencia rápidamente balanceó sus ramas a una velocidad que no pertenecía en absoluto a una planta y arrancó sus largas y delgadas raíces de la tierra. Al ver esas raíces rotas, uno podía imaginarse el dolor que sentía. Este arbusto era como una araña ardiendo. Comenzó a arrastrarse rápidamente, ¡intentando escapar!
Siguiendo su grito de auxilio, Su pudo oír al menos otros 10 gritos furiosos cerca. Al mirar los densos arbustos que lo rodeaban, supo que había al menos otros 10 extraños arbustos cerca. En cuanto al arbusto que se arrastraba rápidamente, no estaba preocupado. Basándose en la velocidad a la que se estaba quemando, se convertiría en cenizas después de arrastrarse otros 10 metros más o menos. Aunque estaba preparado interiormente, ante la resistencia y velocidad de movimiento de este arbusto, todavía se sentía sorprendido. Si no estaba en guardia, este arbusto podría usar fácilmente sus ramas para estrangular a un humano.
Cuando echó la pólvora en las ramas del arbusto, ¡parecía que ya se estaba preparando para atacar! Cuando pensó en esto, no pudo evitar agradecer su suerte. Parecía que este arbusto no sabía en absoluto lo que era la pólvora o lo que él iba a hacer. De lo contrario, definitivamente no le habría permitido a Su hacer algo como esto. Con un sonido hu, su daga salió volando de su mano, ¡pasando con precisión a través del arbusto que estaba ardiendo violentamente clavándolo firmemente en el suelo!
El arbusto soltó inmediatamente un grito de dolor. Las ramas ardientes golpearon contra el suelo, pero aparte de dejar cenizas negras en el suelo, fue completamente inútil. Maldijo como un loco, y entonces sonó una retahíla de complicados gritos de significado desconocido. Esta vez, una respuesta transmitida desde aún más lejos. Según lo que percibió, las fuentes de alta frecuencia habían aumentado a más de 40. Parecía que este arbusto estaba transmitiendo su propia desgracia y experiencias a sus compañeros.
‘Sin embargo, ¿dónde estaba su cerebro? ¿Cómo podía tener tanta inteligencia?’
Lo pensó mientras sacaba su daga. Volvió a colocarse el arma en la espalda, y justo cuando iba a continuar moviéndose, ¡de repente oyó un grito a lo lejos! No se trataba de la alta frecuencia del arbusto que no podía oírse, sino del grito de una mujer humana antes de morir. Por la voz, Su recordó que pertenecía a un especialista de la selva muy capaz y cuidadosa. Esta persona podría haber sido como él, temiendo una bala por la espalda. Confiaba en sus habilidades de supervivencia en la naturaleza y, como tal, eligió moverse sola, pero nunca pensó que caería en una trampa mortal tan rápidamente. El grito de muerte era lúgubre y lleno de sufrimiento. No desapareció durante mucho tiempo. Estaba claro que no sólo experimentó un gran dolor y sufrimiento, sino que el proceso de su muerte también fue especialmente largo.
Rápidamente, se movió ágil y grácilmente como un leopardo hacia la dirección desde donde sonaba el grito miserable. En el terreno selvático, la Barrett no era tan útil, mientras que la Magnum podía desplegar un gran poder. Por el camino, pudo percibir que varios arbustos particularmente animados se callaron de repente, percibiendo claramente su llegada. Sin embargo, ¿cómo habían detectado su paradero? No sabía la respuesta a esta pregunta. Sin embargo, el rango en el que estos arbustos podían detectarlo no era tan grande, siendo aproximadamente unos 6 o 7 metros antes de que pudieran sentirlo. Mientras tanto, Su sabía que el rango en el que viajaban sus sonidos de alta frecuencia era cercano a los 100 metros. Esto era sólo su susurro. Si gritaran o rugieran, el alcance sería mucho mayor.
Cuando estaba a punto de acercarse al lugar donde mataron a la cadete, se detuvo silenciosamente. Se dio cuenta de que había al menos 10 arbustos que se habían reunido frente a él y que parloteaban continuamente sobre algo. Por alguna razón, recordó de repente a los Cadáveres Vivientes que se reunían para alimentarse.
Sonó un ligero kacha. Su cargó un artefacto incendiario en la Magnum. Luego, tras respirar hondo, dobló el cuerpo por la cintura y se precipitó silenciosamente hacia delante. Ya había retraído toda su aura, y ni siquiera su calor corporal se filtraba por las vendas. Sin embargo, cuando se acercó a unos 10 metros de la escena, se dio cuenta de que la discusión frente a él había disminuido abruptamente. Este cambio fue la señal para que se moviera. Sin la menor vacilación, saltó en el aire, ¡su cuerpo inmediatamente acortó la distancia en 2 metros! Desde esta altura, todo lo que había debajo de Su fue rápidamente recogido como información.
Su cuerpo en el aire de repente se puso rígido. Varios metros más adelante, había un matorral especialmente denso. A través de las hojas que se agitaban frenéticamente, pudo ver a la cazadora tendida en el suelo. Su traje de combate ya se había hecho pedazos, por lo que estaba prácticamente desnuda en el suelo. El miedo y el sufrimiento seguían congelados en su rostro. Un arbusto que había arrancado completamente sus raíces del suelo se arrastraba por su cuerpo. Sus afiladas raíces pinchaban su cuerpo de vez en cuando para absorber continuamente su tejido carnoso. A continuación, extraían las raíces y las volvían a insertar en un lugar con mejor “sabor”. Hubo un arbusto que se plantó directamente sobre su pecho, insertando todas sus raíces en su cuerpo. Chupaba con extrema fuerza hasta el punto de que no sólo su corteza subía y bajaba continuamente, ¡sino que incluso cada una de sus hojas empezaba a revelar un color rojo oscuro!
El cuerpo de la cazadora parecía tener innumerables bichos retorciéndose en su interior. Estaba claro que eran las raíces de los arbustos que estaban perforando, tratando de absorber aún más carne. Los arbustos que la rodeaban estaban pelando sus pantalones y tratando de desgarrar sus robustas botas militares para encontrar nuevas zonas por las que penetrar. Se dio cuenta de que estos arbustos arrancaban todas las partes metálicas y las retorcían antes de lanzarlas lejos en la distancia. Ni siquiera el hilo metálico de los bajos de sus pantalones pudo escapar a su detección. El arma de la cazadora hacía tiempo que había sido destrozada en incontables componentes deformados y lanzada a varias decenas de metros de distancia.
¡Bang bang bang! La Magnum disparó continuamente. 5 disparos continuos convergieron para formar un solo ruido fuerte. Los arbustos fueron alcanzados inmediatamente y se incendiaron. Lanzaron inmediatamente gritos de pánico. Aunque sus reacciones eran rápidas y se dieron cuenta de su llegada, la agilidad de sus movimientos no podía compararse con la de Su. No fueron capaces de evitar las balas que lanzó desde varios metros de distancia. Cuando aterrizó, inmediatamente rodó varias veces hasta retroceder 10 metros. Entonces se levantó, y en una postura medio arrodillada, disparó la Magnum una vez más completamente cargada. Las balas parecieron rozar el cadáver de la cadete al pasar volando. Esta vez, estas 5 balas encendieron los 7 arbustos, ¡y uno de los arbustos que estaba previamente encendido empezó a arder aún más furiosamente!
En esa fracción de segundo, la mayoría de los arbustos que se habían reunido para alimentarse ardieron. Los 3 o 4 tallos que tuvieron la suerte de sobrevivir a los demás quisieron huir, pero ¿cómo podrían escapar ahora que eran el objetivo de Su? Una cruz se formó en el ojo verde, y los arbustos que huían fueron incendiados uno tras otro. 5 o 6 arbustos cayeron sobre el cuerpo de la cadete que ya estaba plagado de heridas abiertas, iniciando un voraz incendio. Su la miró en silencio. Luego bajó el cuerpo para recoger una botella de comida llena de nutrientes antes de darse la vuelta para marcharse. Que su cuerpo fuera incinerado por las llamas que acabaron con sus enemigos no era una conclusión tan terrible.
Su sintió una ligera tristeza en su interior. Nunca había pensado en esta mujer como su compañera, y también sabía que si no hubiera llegado a este tipo de conclusión, lo más probable es que hubiera muerto en sus manos. Un lobo solitario como él definitivamente priorizaría matarla, un cazador solitario como él. La única otra manera era si ella se rendía completamente y hacía que Su la creyera. Sin embargo, ella también era un lobo, un lobo solitario. Ser capaz de sobrevivir al campo de entrenamiento hasta ahora e incluso soportar las violaciones del capitán 3 veces hizo que Su sintiera un nivel fundamental de respeto por ella.
Ver su final hoy lo dejó con una leve tristeza. Cada vez que veía huesos secos o cadáveres que acababan de perecer, siempre comenzaba a pensar en cómo algún día, él llegaría a ser como ellos. Sobrevivir significaba que uno necesitaba preocuparse constantemente desde el día en que desarrollaba una conciencia. Había oído que en la era antigua, siempre y cuando la gente completara el trabajo que se les asignaba, ya no tenían que preocuparse por la supervivencia. En aquella época, la comida era extremadamente barata y tan abundante que se tiraba a la basura.
Su volvió a centrar su hilo de pensamiento que se había desordenado un poco y empezó a pensar en su situación actual.
‘¿Eran estos arbustos los nativos de los que hablaba el capitán?’
Aunque eran peligrosos, no eran suficientes para ser una amenaza. Era bastante fácil matarlos o incluso aniquilarlos. Bastarían unas docenas de usuarios de llamas o algunas bombas incendiarias para quemar por completo el bosque. Estos arbustos temían mucho al fuego y parecían detestar el metal, al que eran extremadamente sensibles. Aparte de esto, no parecían tener ninguna habilidad única. Nadie sabe en qué se convertirían dentro de 10 años, pero al menos ahora mismo, no merecían ser descritos por los diccionarios de los Jinetes de Dragón Negro como “nativos”. De repente, Su detuvo sus pasos. Extendió la mano, y con un movimiento, una bala voló por los aires.
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