Capítulo 145
Traición (I)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Estaba empezando a oscurecer, así que acampamos en unas ruinas cercanas. La hoguera parpadeaba. La luz del fuego iluminaba las ruinas del viejo castillo. Sombras tenebrosas se mecían tranquilamente en los muros del castillo, eran como un grupo de actores ensayando un guion para una representación que nunca iba a tener lugar.
Una de las sombras abrió su oscura boca.
- Nuestra cliente... la Señorita Paimon, se ha interesado por Su Alteza. Desde hace mucho tiempo.
- ¿Exactamente cuánto tiempo?
- Desde hace poco más de un año.
‘Un año. Eso fue más o menos cuando celebramos la audiencia durante la Noche de Walpurgis. ¿Así que me estás diciendo que Paimon ha estado vigilando todos mis movimientos desde entonces...?’
- Hemos estado reuniendo información sobre Su Alteza. Desde que se llevó a un humano de un mercado de esclavos, sabemos que asesinaste al hijo de un influyente mercader... ¿Acaso a Su Alteza le molesta el olor de los puros?
Negué con la cabeza. Le estaba diciendo que no me molestaba.
- Perdóneme.
La mujer de pelo azul claro sacó una pipa. Habló mientras introducía hojas de tabaco en su pipa.
- Sinceramente, nos ha sorprendido. Nuestro grupo tiene bastante reputación incluso en el continente demoniaco. En lugar de contratarnos por un mes más o menos, nos hizo un contrato a largo plazo. Se nos encargó investigar los antecedentes de un Señor Demonio de rango 71... Aunque nos pareció bien, ya que estábamos un poco escasos de dinero.
La mujer sonrió alegremente. Para mí, la sonrisa de la mujer parecía completamente vacía. Tengo el poder de leer las emociones de los demonios, por lo que podía decir que ninguna emoción pasaba por su mente en este momento. La mitad restante de la cara de esta mujer que no había sido tocada por las graves quemaduras no era más que una máscara.
- Deben haberse sentido decepcionados.
La mujer expulsó una nube de humo por la boca.
- Lo estábamos, hasta hace medio año. Cuando la Compañía Keuncuska empezó a incursionar en “este” lado del trabajo. Fueron tan cautelosos y cuidadosos al respecto, que si no hubiéramos estado vigilando a Su Alteza, nunca nos habríamos dado cuenta. No tuvimos más remedio que reconocer el ojo perspicaz de nuestra clienta, la Señorita Paimon.
La mujer se volvió hacia mí con una sonrisa aún en el rostro.
- Desde ese momento, Su Alteza fue sin duda el centro del mundo durante unos 5 meses.
- ...
- ¿Cuánta gente en el mundo es consciente de la verdad? Has estado difundido rumores tanto en el continente demoniaco como en el continente humano y has utilizado hábilmente esos rumores para hacer que los humanos desplieguen sus ejércitos.
Sonaba como si se estuviera excitando.
- Distorsionaste la verdad sobre el envío de ejércitos humanos para incitar a la Alianza Creciente. ¿Cuánta gente sabe que el Señor Demonio Rango 71 está detrás de todo esto? Te garantizo que solamente hay menos de 10 personas. Menos de 10 personas en todo el mundo que conocen la verdad. Nosotros tenemos el honor de formar parte de esas pocas personas.
La mujer rio entre dientes.
- Realmente. Es en momentos como éste cuando puedo sentirme realizada en la vida después de haber nacido y crecido como asesina. Estoy sinceramente agradecida a Su Alteza Paimon. Aunque viva 1 o 2 siglos más, lo más probable es que no pueda experimentar tanta emoción como en los últimos seis meses... Su Alteza, ¿lo sabía? Estoy muy emocionada porque por fin puedo hablar así con usted.
Saqué mi botella de agua y bebí un sorbo.
- A pesar de sus palabras, no siento ninguna emoción particular por usted.
- Desde que nací, he matado mis emociones.
La mujer volvió a reírse. Era una chica que se reía a menudo.
- La gente que vive en un desierto y la gente que vive junto a un lago. El valor del agua es como la noche y el día para ellos.
- ¿Estás diciendo que incluso la más pequeña cantidad de emoción es en realidad bastante grande para ti?
- Así es.
Ciertamente, si quieres acercarte sigilosamente a un Señor Demonio, tus emociones tienen que ser tan débiles como las de esta mujer. De repente sentí curiosidad. “¿Cómo se crían los asesinos?” Cuando se lo pregunté indirectamente, la mujer dio una calada a su pipa antes de responder. Era casi como si estuviera desenredando un ovillo.
- Para empezar, debes convertirte en esclavo para poder enfrentarte a los Señores Demonio. Si tanto tu alma como tu cuerpo están subordinados a una persona, entonces puedes ser hostil hacia los Señores Demonio aunque seas un demonio.
- ¿Esto no te quita tu libertad?
- ¿Quién sabe? Cuando eres joven, una barra de pan es más importante que tu libertad.
Tenía una idea aproximada de cómo era la vida de esta mujer ahora. Tanto en el continente humano como en el demoniaco, había un gran número de personas hambrientas por todas partes. Entre esas personas que morían de hambre, había muchos huérfanos. Lo más probable es que los jefes de los grupos de asesinos y los gremios reunieran a estos huérfanos. Los cuales aceptaban estos contratos de esclavitud. No, sólo reunirían a los huérfanos que no tienen otra opción que aceptar...
- ¿No puedes deshacerte del sello de esclavo?
- Ah, eso es un poco difícil. Está grabado en nuestros corazones. Esto se hace intencionadamente cuando nos operan.
‘Ahora que lo pienso, el caballero de la muerte mencionó algo sobre el corazón.’
- ¿En tu corazón? ¿Cómo graban un sello mágico en el corazón?
- Se hace un tipo de ceremonia de iniciación cuando te unes. Se dibuja un círculo mágico curativo y se abre el pecho mientras se está encima del círculo. Vierten una poción curativa en el pecho, cortan la carne y en el corazón hacen... Bueno, todo tipo de cosas.
- Hmm.
Puse cara de asco. En otras palabras, utilizan magia curativa y pociones para mantener con vida a una persona decrépita y le hacen todo tipo de cosas en el corazón. Lo llaman cirugía, pero no era diferente de la tortura. La mujer pareció comprender cómo me sentía y asintió.
- Ésta es una época bastante peligrosa.
- Sí, realmente lo es.
Sonrió. Se hizo un breve silencio. No era un silencio incómodo. Era una época peligrosa. Fue necesario un breve momento para reflexionar sobre el peso que tenía esa frase.
- No ha pasado tanto tiempo desde que la Señorita Paimon cambió de opinión. Ella cambió bruscamente su petición inmediatamente después de la primera escaramuza con el ejército humano en las Llanuras de Bruno. Nos ordenó proteger a Su Alteza.
- ¿Por qué hizo eso?
- Nuestro cliente deseaba estar en buenos términos con Su Alteza.
‘Buenos términos, ¿eh?’
Fue así cuando yo estaba con la Alianza Creciente también. Paimon me ayudó cuando estaba en una mala situación durante los discursos ceremoniales. Perdió la magia que había acumulado durante los últimos miles de años para ayudarme. Realmente, era ridículo pensar que Paimon, entre todas las personas, intentara ayudarme. ¿Por qué lo hacía?
- Nuestra cliente se refiere a sí misma como republicana.
- ¿Qué?
- Dijo que entenderías si te lo decíamos.
‘¿Una republicana? ¿Quién? ¿Paimon?’
Sentí como si un martillo hubiera golpeado mi cabeza. Acababa de oír una palabra que ni siquiera había considerado. ¿No era Paimon simplemente una pervertida? En Dungeon Attack, Paimon se enamora del protagonista. Por eso estaba tan obsesionada con el héroe. Aunque la forma en que mostraba su afecto era anormal, ya que lo hacía enviando una interminable oleada de monstruos tras el héroe y su grupo. Durante uno de los escenarios del juego, Paimon fue la única que no masacró a los humanos cuando los humanos y demonios se masacraban mutuamente. “Si los humanos morían, se quedaría sin juguetes.” Esa era su razón. Sólo podía pensar en ella como una pervertida.
‘Pero, ¿... una republicana? ¿Qué se supone que significa esto? ¿Me estás diciendo que no era simplemente una amante de los humanos?’
- ...No lo entiendo.
- Nuestra clienta también dijo que deseaba saber por qué ciertas personas gobernaban mientras que otras eran gobernadas. ¿En qué se equivocó todo? ...Ella deseaba saber estas cosas.
Desigualdad, irracionalidad e ilógica. En una época en la que los que gobernaban y los que eran gobernados se determinaban al nacer. Ella consideraba esto extraño. Creía que no era algo obvio y natural y quería descubrir la razón oculta que había detrás. Era, sin duda, el hijo silencioso y ciego de la revolución.
Le hice una pregunta a la mujer.
- ¿Es el republicanismo un término familiar para los demonios?
La mujer rio entre dientes.
- No. No lo entendemos en absoluto. Antes de recibir esta misión de la Señorita Paimon, nunca había oído hablar de él. Sin embargo, sabía que en el continente humano existía una nación llamada República de Batavia. Empecé a investigarla por petición de la señorita Paimon.
- ¿Cuál es tu opinión sobre los republicanos?
- Parecen objetivos perfectos para capturar y matar. Pero creo que suena atractivo.
- ...
- Lo suficiente como para que alguien arriesgue gustosamente su vida por ello.
Los ojos de la mujer se giraron para mirarme. Contrariamente a sus labios sonrientes, su mirada era indiferente.
- ¿Es consciente Su Alteza de que el discurso que dio en las Llanuras de Bruno está circulando aquí y allá por todo el continente?
- No.
- Actualmente, sólo está circulando en áreas específicas del continente humano y del continente demoníaco. Sin embargo, la respuesta ha sido ferviente. Lo más probable es que el discurso se extienda por cientos y miles de ciudades y pueblos en poco tiempo. Su Alteza, me gustaría mencionar que esta humilde no es una excepción.
La mujer bajó su pipa y me miró directamente.
- Su Alteza habló únicamente de la desigualdad en el continente humano; sin embargo, siempre me he preguntado algo desde que era pequeña. Era algo por lo que sentía curiosidad desde que era pequeña y luchaba por conseguir aunque fuera una hogaza de pan o una hebra de maná. Cuando tenía que revelar mi corazón para sobrevivir. Siempre me pregunté por qué nací pobre.
- ...
- Sería comprensible si tuviera una personalidad perezosa, hubiera hecho algo malo o hubiera cometido un pecado. Sería natural llevar una vida dura si estuviera compensando mis malas acciones. Tendría sentido. Sin embargo, he sido pobre desde que nací. ¿Qué he hecho mal? ¿Fue mi nacimiento en sí mismo un crimen? ¿Por qué algunas personas pueden vivir vidas tan hermosas?
- ...
- La vida de algunas personas es una bendición desde el momento en que nacen y otras, en cambio, están malditas. Esto era algo que realmente me costaba entender. ¿Por qué yo formaba parte de estos últimos? ¿La reencarnación es real? ¿Acaso cometí un crimen antes de nacer y por eso tengo que vivir así?
Por primera vez, pude sentir la más mínima emoción en la mujer. Era un odio viscoso como la mucosidad.
- No creía que fuera cierto. No sabía por qué no era cierto; sin embargo, tenía que ser mentira. Era imposible que fuera verdad. No debía serlo. Aunque el mundo permitiera este tipo de cosas, yo no podía aceptarlo. Yo no había hecho nada malo. El mundo tiene la culpa aquí.
- ...
- La Señorita Paimon dijo que quería confirmar con Su Alteza si realmente compartía sus intereses o no. Yo también tengo las mismas esperanzas que nuestro cliente. ¿Su Alteza realmente rugió por la libertad en las Llanuras de Bruno? ¿Estaría bien... si la gente como nosotros, que nacimos como demonios de bajo nivel y no tenemos otra opción que vivir como la basura de la sociedad... aceptáramos de verdad a Su Alteza como nuestro rey?
Si estoy de acuerdo con ella, lo más probable es que pueda encontrarme con Paimon a través de ella. Si le digo que está equivocada, simplemente se irá. Permanecí en silencio. Me sumí profundamente en mis pensamientos. ¿Cómo era la vida de esta mujer? Para mi sorpresa, su vida me hizo sentir tristeza. Los Señores Demonio pueden leer las emociones de los demonios, así que comprendí perfectamente cuánto se lamentaba y despreciaba su vida.
Sin embargo, no puedo actuar simplemente por emociones. Desde los pros y los contras de traer a un demonio inferior bajo mi protección hasta los pros y los contras de hablar a puerta cerrada con Paimon cuando formo parte de la Facción de las Llanuras. Tengo que considerarlo todo. Abrí la boca.
- No estoy seguro.
La mujer parpadeó.
- ¿Cómo dice?
- ¿Por qué tengo que responderle? ¿Tengo que contarle todo lo que me pasa por la cabeza? De acuerdo. Digamos que compartimos intereses y esto hace que me dediques tu lealtad. Aunque así fuera, eso no significa que representes a todos los demonios de bajo nivel del mundo demoníaco, ¿verdad?
La mujer se quedó perpleja.
- Pero...
- ¿Fue tu vida desafortunada? ¿Fue tu vida difícil? ¿Crees que eso es suficiente para convertirte en el representante de la desgracia de todos? No te adelantes. No puedes ocupar el lugar de los demás. Aunque fueras la persona más desgraciada del mundo, tu desgracia no te da derecho a ocupar el lugar de los demás. Asesina, ocúpate de tu desgracia por tu cuenta. Si un Archiduque del Infierno está bloqueando tu camino, entonces mata a ese Archiduque. Si un Señor Demonio te está obstruyendo, entonces mata a ese Señor Demonio. Si una nación o el propio continente están interfiriendo en tu vida, entonces destruye esa nación o ese continente.
Si puedes aliarte conmigo durante este proceso, adelante. Si tienes que distanciarte de mí, entonces hazlo. No existen los aliados eternos. La lealtad eterna tampoco existe. Sólo me molestaría que me pidieras que me convirtiera en tu rey imparcial para toda la eternidad. Simplemente tomo las decisiones que me convienen según la situación.
- Dile a Paimon que si desea hablar conmigo, entonces traiga algo para intercambiar además de emociones.
- Su Alteza.
- Estoy cansado. Voy a descansar.
Entré en mi carruaje. Oí a la mujer intentar llamarme, pero la ignoré. Realmente me sentía cansado. Tuve una batalla de ingenio con el Archiduque Kakola, fui atacado por asaltantes desconocidos y recibí un bombazo sobre que Paimon era republicana, todo en un mismo día. Sería raro si no estuviera cansado después de todo eso. Necesito dejar que mi cerebro descanse. Lapis ya dormía en el carruaje. Puse una manta en el suelo al azar antes de tumbarme.
- Paimon es una republicana... ¿y qué? ¿Qué cambia...?
‘Ahora que lo pienso, fui demasiado sincero con aquella mujer. ¿Hubiera sido mejor si hubiera mezclado un poco más de retórica? ¿Habría sido más prudente? Pero no quise. Realmente soy débil ante gente honesta como ella. Qué personalidad más molesta tengo...’
Pronto me dormí.