Capítulo 117
Los 15 Minutos más Largos (II)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Las llanuras se volvieron silenciosas. No era sólo el ejército humano. Los demonios de la Alianza Creciente también contenían la respiración. Los 5 Señores Demonio que habían estado escuchando directamente detrás de Dantalian Rango 2 Agares, Rango 4 Gamigin, Rango 5 Marbas, Rango 8 Barbatos y Rango 9 Paimon, estaban especialmente callados.
La voz relajada de Gamigin rompió la tensión.
- Vaya, qué bien habla. ¿No hace sólo dos días que empezó a prepararse para esto? Es impresionante.
Barbatos murmuro.
- Bueno, seguro que puede ganarse la vida sólo con esa lengua suya... Pero no pensé que sería tan bueno. Debe haber sido una molestia memorizar todo ese discurso.
- Ese discurso sorprendentemente puede haber sido improvisado. Ocasionalmente hay individuos que son amados por la Diosa Polimnia, después de todo.
- Viejo Marbas, te apuesto todo lo que tengo a que no fue improvisado. Si ese discurso fuera improvisado, entonces todos los oradores del mundo se morderían la lengua y se suicidarían.
Los Señores Demonio murmuraban entre ellos. La mayoría de ellos llegó a la conclusión de que el discurso de Dantalian había conseguido desorganizar espléndidamente al ejército humano. En el ejército del Señor Demonio, la mayoría de los generales y soldados luchan como un solo cuerpo y una sola mente. Las fuerzas humanas con las que suelen enfrentarse suelen ser los defensores de las Montañas Negras y los ejércitos enviados por los margraves. Estos hombres también resultan estar lejos de cualquier lucha interna. Por lo tanto, el concepto de lucha interna dentro del propio ejército demoniaco era un concepto bastante extraño para este. Esta es la razón por la que la mayoría de los Señores Demonio no están familiarizados con trucos y planes. Lideran ejércitos unidos contra un enemigo común. Estaban más familiarizados que nadie cuando se trataba de engañar a sus enemigos en el campo de batalla, pero cuando se trataba de hacer que el enemigo luchara entre sí y derrotarlos políticamente, eran inexpertos. Sin embargo, había una persona.
Era diferente para un solo Señor Demonio que siempre se interesó por los humanos y creía que no había más remedio que cooperar con ellos para que la raza demoniaca sobreviviera. Paimon hizo todo lo posible por reprimir su pasión mientras apenas lograba exprimir sus palabras.
- Todos... Todos, ¿no se dan cuenta del significado detrás de ese discurso?
Gamigin ladeó la cabeza.
- ¿Hm? ¿Significado? ¿No es una estrategia espléndida?
El rostro de Paimon enrojeció.
- ¡Es más que eso! ¡Es una revolución! La sociedad humana es similar a la demoníaca, pero también es diferente. En la sociedad demoníaca también existe una jerarquía, ¡pero es algo que se puede cambiar según tus habilidades! Incluso si naces como goblin, ¡es más que posible ascender a uno de los puestos más altos desarrollándote como mago!
Torukel, goblin y ejecutivo de la Compañía Keuncuska, es un buen ejemplo de ello. Consiguió elevar su posición gracias a sus habilidades y esfuerzo a pesar de ser un goblin.
- Pero este no es el caso de los humanos... Para ellos, todo se decide únicamente por su linaje. Aunque tengan el talento suficiente para convertirse en caballeros, como mucho sólo podrán llegar a ser caballeros mal tratados. No pueden superar sus líneas de sangre. Dantalian ha señalado esta contradicción intrínseca de la sociedad humana.... ¡Ah!
Paimon levantó las cejas como si se hubiera dado cuenta de algo. Bajó la cabeza y empezó a murmurar para sí misma.
- ¿Es eso...? ¿¡Es esta la razón!? Por eso propagó la Muerte Negra... Esto explica por qué sólo proporcionó Hierbas Negras a la clase alta de la sociedad humana, por qué tomó Brandeburgo como su tierra y subyugó a esos monstruos... ¿Fue todo para este momento?
Todo su cuerpo tembló. Una vez que se dio cuenta de que Dantalian era un individuo peligroso, utilizó sus conexiones personales y su riqueza para llevar a cabo una investigación sobre Dantalian. Lo más probable es que ella sepa más sobre lo que ha hecho Dantalian que cualquiera de los otros Señores Demonio aquí presentes, incluso Barbatos. Pensó que era un hombre ingenioso. Le asombraba su sabiduría. También se arrepintió de haber intentado atacarle precipitadamente durante la audiencia. Sin embargo, seguía teniendo dudas sobre si Dantalian realmente había propagado la Peste Negra.
Aquella audiencia le pareció demasiado extraña. En cuanto Dantalian le susurró algo a Ivar Lodbrok, el presidente de la Compañía Keuncuska, la actitud de este dio un giro de 180 grados y actuó como si nunca hubiera pasado nada. Además, su mano derecha, Torukel, se suicidó. Era normal pensar que algo raro pasaba. Paimon ahora estaba segura. ¡El Señor Demonio de Rango 71 Dantalian era sin duda el que había creado la Peste Negra! Sin embargo, la Peste Negra no era nada comparada con la verdadera epidemia. La epidemia verdaderamente aterradora acababa de salir de la boca de Dantalian. Esta plaga se tragará todo el continente en cuestión de días y arrinconará a cientos de miles de personas. ¡La gente lo hará voluntariamente!
Paimon no pudo evitar que su cuerpo temblara. Al mismo tiempo, se sintió feliz. El individuo que hasta ahora creía que era el fiel servidor de su enemigo resultó que en realidad albergaba pensamientos similares a los suyos. El hecho de que todas las personas son iguales. El hecho de que cualquier ser racional debe ser igual y dueño de su propia vida. Dantalian fue lo suficientemente sabio como para evitar usar palabras directas como igualdad y libertad. Se limitó a hablar de las frustraciones que el pueblo debe tener respecto a los nobles. Así, incluso los Señores Demonio acabaron oyendo el discurso de Dantalian sólo como “una estratagema para dividir a nobles y plebeyos.”
Pero, ¿cómo podía Paimon no ver a través de él? ¿Cómo no pudo ver que la creencia en la igualdad hierve bajo esas palabras como el magma? Él era como ella. Un camarada con ideales compartidos que ni siquiera los otros Señores Demonio de la Facción de la Montaña comprendían o intentaban comprender. Si este es el caso, entonces eso hace que las cosas sean más urgentes.
‘¡Debemos impedir que dé el resto de su discurso!’
Paimon había insertado una trama en este discurso. Una trama crítica. Ella no podía dejar que Dantalian cayera en ese complot. Ella tiene que hacer todo lo posible ahora para convencer a los otros Señores Demonio para detener a Dantalian.
Barbatos soltó un bufido y habló.
- Oye, puta zorra. No me importa que vayas por ahí como una imbécil por tu cuenta, pero Dantalian no fue quien propagó la Peste Negra, ¿sabes? ¿Sigues actuando así a pesar de haber sido humillada hasta tal punto durante esa audiencia? Deberías abandonar tus sospechas mientras puedas.
- ¡No, esa no es la cuestión! No menos de 150.000 humanos han escuchado ese discurso. ¡150.000 y además son personas normales que han sido armadas! La historia del continente va a...
Paimon se dio cuenta de algo una vez que levantó la cabeza para volver a hablar apasionadamente. Los otros 4 Señores Demonio la miraban con expresión increíblemente grave. Se dio cuenta de algo.
‘Ah. Ellos... deben pensar que estoy tratando de calumniar a Dantalian.’
No era para menos. Estaba claro que ella era el Señor Demonio más hostil hacia Dantalian. Desde el momento en que apareció por primera vez durante la Noche de Walpurgis hasta este discurso. Paimon había estado agarrando incesantemente a Dantalian por el tobillo. A pesar de que fue oficialmente declarado inocente durante la audiencia sobre la Peste Negra y Paimon se había disculpado por ello. En verdad, el hecho de que terminara sólo con una disculpa era un castigo increíblemente indulgente. No sería raro que se sintiera en deuda con Dantalian. A pesar de ello, Paimon optó por acorralar a Dantalian. No sería extraño que los demás Señores Demonio le dijeran que lo dejara en paz. Barbatos habló con frialdad.
- ¿Por eso hiciste a Dantalian el representante?
- ¿Cómo dices?
- ¿Ibas a criticar y reprochar a Dantalian independientemente del discurso que diera? Aah, esta puta no ha entrado en razón. Oye, ¿ahora parezco una completa incompetente desde que te dejé gruñir a mi Facción de las Llanuras la primera vez? ¿De verdad quieres luchar?
Una sensación de urgencia llenó aún más a Paimon.
- Eso no es lo que esta señora pretendía, pero...
- No importa cuáles eran tus intenciones, siéntate y cállate. No sería raro que te cortara la cabeza en este mismo instante.
Paimon llamó a su rival desesperadamente.
- Barbatos. Por favor, créeme. Debemos detener el discurso de Dantalian. Estará en peligro si le dejamos continuar.
La expresión de Barbatos no cambió. Sus ojos dorados miraron fijamente a Paimon.
- Te he dicho que te calles.
- ...
Paimon bajó la cabeza. No hay forma de que pueda hacer nada si ni siquiera puede persuadir al líder de la Facción de las Llanuras. Dantalian ahora terminará enfrentándose a los oradores del bando humano...
Parecía una coincidencia. De los 200.000 humanos y demonios reunidos en estas vastas llanuras, sólo había 2 personas, la Princesa Imperial Elizabeth von Habsburg y Paimon, el líder de la Facción de la Montaña, que podían ver las verdaderas intenciones de Dantalian. Por el contrario, los mayores enemigos de Dantalian eran los que más le comprendían. Después de sospechar y dudar de Dantalian todo este tiempo, por fin descubrió que no era su enemigo. Sin embargo, ya era demasiado tarde. Aunque quisiera salvar a Dantalian del peligro, no podría hacerlo. En todo caso, una vez que este discurso termine por completo, lo más probable es que vuelvan a ser archirrivales. La trampa en la que está a punto de caer fue cavada nada menos que por Paimon, después de todo. Ella cerró los ojos con fuerza. Si lo hubiera descubierto antes... aunque fuera un poco antes.
- Parece que la representante del ejército humano ha salido.
- ¡Vaya, está muy guapa! ¿Quién es?
- No lo sé. La princesa imperial de Habsburgo y la reina de Bretaña son probablemente las únicas mujeres lo bastante destacadas en el continente humano como para representar al ejército. ¿No sería esta la princesa imperial, entonces? Cielos. Ella es realmente hermosa, sin embargo. Se ve deliciosa. No me importaría montarla una vez.
- ...Barbatos, no deseo discutir tus preferencias, pero ¿has considerado hablar con un poco más de dignidad?
Los Señores Demonio comentaron la belleza de la representante humana. El cabello plateado de la Princesa Imperial Elizabeth brillaba como el de una diosa. Incluso los Señores Demonio que habían vivido miles de años no podían evitar admirar su belleza. Paimon fue excluida de la conversación ya que era la única con la cabeza agachada. No podía hacer nada. Sólo podía rezar para que Dantalian saliera de esta crisis por sí mismo de una manera sabia. No era algo por lo que debiera rezar la persona que le había tendido la trampa; sin embargo, Paimon no podía hacer otra cosa...
* * *
La princesa imperial Elizabeth apareció como una gran imagen visual y tenía este aspecto. Elizabeth de Habsburgo... Nacida como la tercera princesa imperial, pronto se convertirá en la emperatriz del imperio y, con el tiempo, en la gobernante suprema que conquiste la mitad del continente humano. Un prodigio que maneja bien los asuntos militares, la política, el combate, las estratagemas, el sentimiento público y los asuntos diplomáticos. Todos los fans de Dungeon Attack la reconocen como la mejor heroína. Si no fuera por ella, el protagonista de la historia simplemente habría vivido como un joven fuerte antes de desvanecerse en la historia. Las personas que pierden a sus familias y pueblos en esta época reciben el peor trato posible. Para colmo, el protagonista procede de un pueblo de tala y quema. No era diferente de un esclavo.
La princesa imperial decide nombrar al protagonista tras sólo ver sus habilidades. Aunque todos a su alrededor se opusieron a su decisión, ella apoyó al protagonista hasta el final. Como resultado, consigue expulsar por completo al ejército del Señor Demonio del continente... Es imposible compararla con un gobernante normal. A mí también me gustó. Me emocionó verla ante mí. Parecía mucho más joven en comparación con sus ilustraciones del juego, pero su frente blanca, su pelo plateado, su boca firmemente cerrada y sus ojos agudos pero claros eran sin duda características de la princesa imperial Elizabeth.
Era como un Roc que aún no ha desplegado sus alas o un dragón que aún no ha alcanzado su plenitud. Sin embargo, ahora no era más que un enemigo al que tenía que derrotar.
- Elizabeth von Habsburg, la tercera princesa imperial del imperio y también conocida como la condesa Evatriae. Realmente posees el encanto para que corran rumores sobre ti como la mayor belleza del continente. Una verdadera bendición para mis ojos.
Elizabeth enarcó ligeramente la ceja. ¿Le sorprendía que yo la conociera? Su expresión no cambió en absoluto. Seguía siendo imponente. Qué lamentable. Estaría bien que se asustara un poco... Un tigre sigue siendo un tigre incluso cuando aún es un cachorro. Ella no iba a ser un blanco fácil. Sin embargo, el ambiente en sí era tenso. Sería más raro si ella no sintiera nada después de escuchar el discurso de hace un momento.
‘Si no te relajas un poco más, entonces voy a tomar la iniciativa, Princesa Imperial de Habsburgo. ¿Estás preparada?’
- Su gran mentira fue todo un espectáculo para la vista.
- ¿Oh? ¿Estás diciendo que estoy mintiendo?
La princesa imperial asintió.
- Así es. De principio a fin, tu lengua sólo ha pronunciado mentiras y engaños.