Capítulo 165
El Mundo que Solo el Señor Demonio Conoce (II)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Esta vez, me moví junto con la Alianza para la Liberación de Paimon. La cual se estaba preparando para un levantamiento campesino a gran escala. No sabía la escala exacta para la que se estaban preparando. Sin embargo, ya que estaban diciendo que sería a gran escala con la mayor confianza, probablemente debería ser lo suficientemente grande como para sacudir los cimientos de una nación entera. Los miembros de la Alianza para la Liberación planeaban convertirse en los líderes del levantamiento campesino.
Yo debía proporcionar apoyo mientras me movía con estos líderes... Sí. No tenía sentido ocultarlo. La Alianza para la Liberación me pidió que les ayudara a “instigar”. Aunque el mundo haya caído en el caos debido a la Peste Negra y la hambruna que le siguió, no había muchos campesinos que de buena gana tomaran sus lanzas para luchar contra los nobles. Los cuales tienen caballeros, y estos podían usar aura, lo cual era algo que los granjeros temían.
La locura era necesaria para superar ese miedo. Dar discursos era una forma excepcional de sembrar la locura en el pueblo... Tengo que admitir que probablemente no había mejor persona que yo para hacer esto, ya que fui yo quien dejó clara esta división durante los discursos ceremoniales de la 8ª Alianza Creciente.
Debería estar bien decir que Paimon y yo compartimos un objetivo similar. Ella quiere que los reinos del mundo humano colapsen mientras que yo simplemente quiero que el mundo humano caiga en la confusión. Reclutar gente que pudiera convertirse en mis caballeros en el Imperio Franco mientras de vez en cuando daba discursos al público. Este era mi programa.
Llegué al territorio Franco con un pergamino de teletransporte. La luz blanca que me había envuelto pronto se desvaneció. Cuando abrí los ojos, ya había gente reunida en el claro frente a mí. Había un pequeño enano mezclado entre ellos. El cual se acercó lentamente a mí en cuanto vio mi llegada. Se inclinó cortésmente.
- Jack Bonhomme de los Barbas Verdes saluda humildemente a Su Alteza Dantalian.
Yo ya lo conocía. Estuvo presente cuando pasé la noche en las ruinas de un castillo y Paimon me presentó al Ejército de Liberación. Sin embargo, no tuvimos tiempo suficiente para conocernos mejor. Este fue básicamente nuestro primer encuentro.
‘La gente suele decir que las primeras impresiones te permiten vislumbrar la verdadera naturaleza de la otra parte. ¿Era realmente así? Si tuviera que responder, sí. Hasta cierto punto, se puede conocer a alguien.’
Jack Bonhomme no me saludó nada más verme. Primero me hizo un gesto con la cabeza antes de acercarse lentamente. Estaba comprobando si alguien más se teletransportaba tras de mí o no. Era una persona prudente. Además, llevaba ropa desgastada. Los que estaban detrás de él eran sin duda mercenarios. Llevaban espadas en la cintura y vestían ropas extravagantes de color azul, amarillo y morado. Eran barbudos que se acicalaban innecesariamente. A pesar de ello, su líder, Jack Bonhomme, vestía ropa normal y desgastaba.
Esto significaba que tenía una confianza incondicional en sí mismo. Los líderes tienden a llevar ropa más extravagante cuanta menos confianza tienen. El hecho de que llevara ropa desgatada significaba que era innegablemente un líder poderoso. Lo más probable es que Jack Bonhomme fuera una persona increíblemente carismática dentro de este grupo de mercenarios. Una persona de su categoría me había saludado cortésmente delante de sus subordinados absolutamente leales. Por lo tanto, dejó claro que no tenía intención de despreciar a un forastero como yo. En todo caso, estaba dando ejemplo a sus subordinados para que también me trataran con respeto.
En resumen. Jack Bonhomme tiene una personalidad prudente, controla totalmente a su grupo, no le gusta ser extravagante y me trató con respeto, ya que íbamos a ser compañeros de viaje. ¡Qué caballero! Intencionadamente sonreí ampliamente y le di una palmada en el hombro.
- Ha pasado tiempo, camarada Jack Bonhomme. ¿Te ha ido bien? Sigues teniendo un cuerpo impresionante. Ni siquiera el tiempo tiene el poder de dañar tu cuerpo. Ya me siento seguro sabiendo que liderarás nuestro viaje. Estaré a su cuidado, capitán Jack Bonhomme.
‘Jack Bonhomme me había mostrado su sincero respeto, ¿qué podía hacer yo a cambio? Naturalmente era mantener el orden jerárquico.’
Repito esto, pero no soy más que un extraño. Puedo ser un Señor Demonio, pero desde la perspectiva de la Alianza para la Liberación, no soy más que un recién llegado. No tengo ni idea de cómo funciona la organización y lo que hay que hacer durante este viaje para lograr nuestro objetivo. Yo no era diferente de un niño. A pesar de ello, la otra parte intentaba tratarme con respeto porque era un Señor Demonio.
Sería mi fin si intentara actuar aquí como su superior. Jack Bonhomme no tendría más remedio que tratarme con respeto, como si fuera una especie de rey, mientras que a sus subordinados les disgustaría esta relación y acabarían volviéndose hostiles hacia mí. Un grupo que se desmorona desde dentro da mucho más miedo de lo que uno podría pensar. El enano levantó ligeramente la ceja, parece que le sorprendió mi reacción. No tardó en sonreír. No desprendía tosquedad a pesar de ser un enano. Sólo podía sentir felicidad en él. Asentí con la cabeza. Parece que nos vamos a llevar bien.
- Tengo el honor de escoltar a Su Alteza durante los próximos 2 meses. El tiempo aún es frío ya que el invierno aún no ha terminado, pero haré todo lo posible para proporcionar a Su Alteza un viaje cómodo. ¡Eh! ¿Qué están haciendo?
Los mercenarios respondieron en voz alta antes de alinearse frente a mí. Todos llevaban corazas. Sin duda eran soldados de élite. Probablemente eran un grupo de mercenarios de renombre dentro del imperio.
- ¡Brigada Mercenaria Doble Hacha!
Jack Bonhomme puso las manos a la espalda y gritó. Casi me agarra desprevenido. Había estado hablando en voz baja todo este tiempo, pero de repente soltó un grito que resonó por todas las colinas. Los soldados se colocaron en fila india y adelantaron sus alabardas. Las cuales brillaron fríamente al recibir la luz del sol de finales de invierno.
- ¡Saludos a Su Alteza Dantalian!
30 mercenarios se arrodillaron al mismo tiempo y me saludaron. Era todo un espectáculo. En esta época, era difícil encontrar un ejército con tanta unidad fuera de los caballeros. Les aplaudí.
- ¡Qué espléndido! Soy el Señor Demonio Rango 71, Dantalian. Si hay algo en lo que pueda ayudar en este viaje, entonces haré todo lo que esté en mi mano para hacerlo. Trabajemos duro juntos.
- Es un honor. Por favor, refiéranse a éste como Jacquerie.
Finalmente, Jack Bonhomme, no, Jacquerie me hizo una reverencia de 90 grados. Podía decir que este iba a ser un viaje relajante.
- ¿Hm?
Sin embargo, todavía quedaban algunas personas en la parte de atrás que aún no habían sido presentadas. Llevaban túnicas grises. A diferencia de los mercenarios, apenas podía sentir ninguna emoción de ellos mientras estaban de pie en la parte de atrás y observaban en silencio.
- ¿Quiénes son? ¿Son tus trabajadores?
- Bueno.
Jacquerie puso una cara complicada. No era la respuesta que esperaba. Me pregunto cuál era el problema. Una de las personas de túnica gris se adelantó justo cuando estaba a punto de preguntar más sobre ellos. La persona se arrodilló frente a mí.
- Tenemos el honor de reunirnos con Su Alteza una vez más.
- ¿Una vez más?
Arrugué las cejas. Ahora que lo pienso, tenían una voz extrañamente familiar. Se quitaron la capucha mientras yo intentaba buscar en mis recuerdos. Una vez que se quitaron la capucha, su pelo azul celeste se agitó fuera de la túnica.
- Ah, usted es...
- Nuestro cliente nos ordenó escoltar a Su Alteza esta vez también.
La mujer sonrió. La mitad de su cara estaba cubierta de graves quemaduras. La asesina que nos había salvado a Lapis y a mí bajo las órdenes de Paimon cuando me atacaron en el continente demoniaco, esa mujer estaba arrodillada ante mí. Era la mujer que me preguntó si podía servirme, pero tuvo que retroceder después de que la regañara.
- Ya veo. Ha pasado tiempo, pero...
Me volví para mirar a Jacquerie. Una brigada de mercenarios y un grupo de asesinos. No me habían dicho que estos 2 grupos trabajarían juntos.
‘¿Cómo funcionaba aquí la jerarquía? ¿Los mercenarios estaban arriba o eran los asesinos? ¿Quién escucha las órdenes de quién? Mi respuesta tenía que cambiar en función de esto.’
Jacquerie hizo una mueca.
- Soy el director de la sucursal de la Alianza para la Liberación en el Imperio Franco. Esta persona pertenece a un grupo que Su Alteza Paimon ha contratado personalmente.
- ...
Casi me atraganté en voz alta. ¿No significaba esto que no había un sistema de mando? Definitivamente no eran buenas noticias. ¿Quién iba a tomar las riendas y dar órdenes a toda esta gente? Reprendí a Jacquerie con la mirada. Este era un asunto que él debería haber resuelto antes de que yo llegara. Era difícil pensar que un capitán mercenario tan veterano hubiera pasado por alto un problema tan importante como éste. ¿Cuál era el problema? Jack Bonhomme debió entender el significado de mi mirada, ya que puso cara de disculpa.
- Este viaje será principalmente bajo la bandera de la Alianza para la Liberación. Por lo tanto, este había tratado de recibir la autoridad de mando, pero...
- Nuestro cliente nos ordenó recibir órdenes de Su Alteza.
La mujer tomó la palabra.
- Ya que hemos aceptado esta petición, Su Alteza debería naturalmente tener la autoridad para ordenarnos. Tampoco tenemos intención de recibir órdenes de un enano.
- ...Tampoco tenemos intención de escuchar a una mujer frágil y pequeña.
Jacquerie frunció el ceño mientras miraba a la mujer. Parecía que quería decir todo tipo de groserías, pero se las estaba guardando porque yo estaba presente. Contrariamente a su apariencia exterior, podría ser en realidad una persona bastante agresiva. La mujer sonrió alegremente.
- No sé si te haces llamar Doble Hacha o Hacha Podrida, pero lo más probable es que sólo hayas jugado en el continente humano. Somos, literalmente, un grupo de asesinos salidos del infierno. ¿Te gustaría saber qué pasaría si tu garganta fuera cortada por la daga de una frágil y pequeña mujer?
- Me pregunto si tu estúpido cerebro empezará a funcionar correctamente si te clavan un hacha en el cráneo.
Al final, los 2 líderes iniciaron una batalla de nervios. Pensándolo bien, Jacquerie era un enano y la mujer una elfa. Enanos y elfos eran famosos por ser enemigos mutuos. No sólo se disputaban la cadena de mando, sino también el favor y el rencor dentro de sus razas. Este era literalmente el peor escenario posible... Dejé escapar un suspiro.
- Aaah.
No importaba de qué lado me pusiera. Hasta la queja más insignificante podía provocar la división de un grupo. Ya hacía tiempo que había abandonado la idea de tener un viaje cómodo.
- No se puede evitar. Jacquerie.
- ¿Sí, Alteza?
Jacquerie dejó inmediatamente de discutir mientras me respondía cortésmente. Sólo quedaba una solución.
- Tenía la intención de dejártelo todo a ti confiando en tu experiencia y rendimiento, pero, por desgracia, parece que ahora no puedo hacerlo.
- Mis disculpas.
- A partir de este momento, tomaré la autoridad para comandar la Brigada Mercenaria Doble Hacha.
Jacquerie se arrodilló.
- Como ordene, Su Alteza.
Así es. La única manera de unir grupos que actúan por separado es dar toda la autoridad al individuo que ambos reconocen. Jacquerie probablemente había esperado esto. Por eso fue increíblemente cortés conmigo desde el principio. Y yo que me estaba emocionando porque creía haber conocido a un verdadero caballero. Me volví para mirar a la asesina.
- ¿Nombre?
- Por favor, refiérase a mí como Jeremi, Su Alteza. Esta es la líder de los Asesinos de la Cicatriz Escarlata.
La mujer sonrió. Sus emociones eran todavía débiles como de costumbre en comparación con sus expresiones faciales.
- Muy bien, entonces. Jeremi, yo daré las órdenes a los Asesinos de la Cicatriz Escarlata de ahora en adelante.
- Como desees.
Jeremi, la mujer con el pelo azul cielo y la cara cubierta de marcas de quemaduras, inclinó la cabeza. Los asesinos detrás de ella también se arrodillaron al mismo tiempo. Con esto, 30 mercenarios y 20 asesinos quedaron bajo mi mando.
‘Ahora tengo que acostumbrarme a las tareas llevadas a cabo por una brigada de mercenarios y un grupo de asesinos... ¿qué pasa con esto? Definitivamente, yo no era más que un extraño. En lugar de ser un extraño, acabé convirtiéndome en el líder del grupo. Maldita sea.’
- Aaah.
‘¿Por qué nunca nada me sale bien? Ya siento un dolor de cabeza. Maldito sea el mundo...’