Capítulo 167
El Mundo que Solo el Señor Demonio Conoce (IV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
- Entiendo.
En pocas palabras, la situación era un lío. Una regente y un emperador, una madre y un hijo, compatriotas y fuerzas extranjeras, monárquicos y republicanos. Todo tipo de posiciones se mezclaban y creaban caos. Los nobles de esta nación probablemente se estrujaban el cerebro todo lo que podían para determinar qué bando debían tomar. Puede que ya se hubieran producido batallas territoriales.
- Si Su Alteza no tiene más preguntas, entonces procederé a explicar qué papel tomará nuestro grupo a partir de este momento. Continuaremos siguiendo el Camino del Imperio y...
- ¿Hm?
Ladeé la cabeza. Según lo que recordaba del juego, la guerra civil dentro del Imperio Franco tenía una situación más complicada. Un hecho importante aún no había sido explicado. Jacquerie pareció notar mi expresión mientras me hablaba.
- Su Alteza, ¿hubo algo en mi explicación que no fue satisfactorio?
El enano creía sinceramente que lo había explicado todo. Entonces me di cuenta. “Eso” era todavía un secreto en este momento. Se convertirá en un hecho público dentro de 10 años, pero sólo una pequeña minoría de personas lo sabe ahora. Era algo que ni siquiera la Alianza para la Liberación de Paimon, a pesar de tener espías por todo el continente, sabía.
‘Nadie lo sabe todavía...’
Un ardiente sentimiento de excitación empezó a brotar de mi interior. Sabía cómo se iba a desarrollar la guerra civil del Imperio Franco y cómo ésta alteraría el continente. Un esbozo de acontecimientos que 10 años en el futuro parecerían simplemente hechos históricos aburridos; sin embargo, esta información no tenía precio en la actualidad.
- Jaja.
Solté una leve carcajada que hizo que Jacquerie y Jeremi me miraran con extrañeza. Afortunadamente, los 2 grupos estaban bajo mi mando. Puedo usarlos como quiera. Quería quejarme a Paimon por haberme enviado 2 grupos con una cadena de mando conflictiva... pero la situación era diferente ahora. Gracias, Paimon. No sé qué esperabas de mí, pero te mostraré un éxito que supera con creces tus expectativas.
- Jacquerie, ¿cuánto sabes sobre el estado de los asuntos internos en el Reino de Bretaña?
- ¿El Reino de Bretaña? Sólo sé que la Reina Henrietta perdió ante la Alianza Creciente y regresó a su nación...
Parecía confundido acerca de por qué estaba preguntando esto de repente. Con esto, estaba seguro de que había cosas que la Alianza para la Liberación no sabía con respecto a la guerra civil del Imperio Franco.
- Ponte en contacto con el director de la sucursal de la Alianza para la Liberación en Bretaña ahora mismo. Confirma si hay tropas moviéndose en la frontera del reino.
- ¿Disculpe? Su Alteza, no entiendo lo que está...
- El Emperador del Imperio Franco debería haber solicitado a la Reina de Bretaña el envío de tropas.
Los ojos de Jacquerie se abrieron de par en par.
- ¿Qué estás diciendo?
- Un mocoso que acaba de convertirse en Emperador y la Emperatriz Viuda que ha dirigido el país durante varias décadas. Es bastante obvio quién tiene ventaja aquí. Además, la Emperatriz no sólo cuenta con el apoyo de su patria, el Reino de Cerdeña, sino que también está cerca de la República de Batavia. Si una guerra civil se lleva a cabo en este estado, entonces el Emperador no tendría más remedio que someterse a la Emperatriz Viuda. ¿Crees que el Emperador no es consciente de ello?
- No me digas, ¿él va a pedir ayuda a las tropas extranjeras y tomar represalias con ellas...?
- Así es.
Aunque tender la mano a potencias extranjeras era, sin duda, un atajo hacia la ruina, desde la perspectiva del joven Emperador, perder un poco de su poder nacional en aras de conseguir una autoridad total merecía la pena. Además, el Reino de Bretaña es la nación más hostil al republicanismo. Durante la guerra con la Alianza Creciente, la reina Henrietta aniquiló a todo su ejército simplemente porque temía que el republicanismo se extendiera dentro de su nación... Probablemente parezca mucho más digna de confianza en comparación con los nobles de la república que son leales a la Emperatriz. Jacquerie me miró con ojos perplejos.
- Pero no hay pruebas. No, ¿cómo lo sabe Su Alteza?
- No te preocupes por cómo lo sé. Lo importante ahora es confirmar con la sucursal de Bretaña si es cierto o no. Jacquerie, tú eres el director de la sucursal de la Alianza para la Liberación en el Imperio Franco. Creo que debes tener una forma de contactar con los otros ejecutivos.
- ...
Jacquerie se levantó y se fue a alguna parte. Pasaron unos minutos. Escuché el ulular de los búhos en el bosque durante un rato antes de que Jacquerie regresara. Tenía una cara bastante seria.
- La reina Henrietta ha abandonado en estos momentos la capital. Al parecer, se ha marchado con algunos nobles para emprender una cacería a gran escala debido a la aparición de ogros en la frontera. La familia real y los nobles no suelen movilizar a sus tropas para ir a cacerías a gran escala, pero...
- Eso también se utiliza ocasionalmente como excusa para ocultar una guerra.
Jacquerie tragó saliva.
- ...Eso es correcto.
- Lo más probable es que la Emperatriz Viuda no quiere iniciar una guerra civil. Tanto sus aliados como sus enemigos saben que ella tiene la ventaja, después de todo.
Ella probablemente sólo tenía la intención de reunir a su ejército con el fin de intimidar a su hijo. En comparación con el Emperador, que no tiene dinero ni para contratar mercenarios, la Emperatriz Viuda posee una enorme cantidad de recursos. Tenía una ventaja completa. Asustar a su hijo y hacer que se sometiera a ella era probablemente todo lo que había en sus planes.
- ¿Pero qué pasará si el Emperador arrastra a Bretaña al conflicto?
- La Emperatriz Viuda... nunca pasaría por alto que una potencia extranjera se involucrara.
Jacquerie engulló su brandy. Sus manos temblaban muy ligeramente.
- Ciertamente. Esto provocará una verdadera guerra. ¿Cómo cree Su Alteza que progresará la guerra?
- Juju. Probablemente demostrará que se puede ir más allá del fondo.
Las comisuras de mi boca se levantaron ligeramente. No lo hice conscientemente. Subieron por sí solas. La excitación que me subía por dentro me había calentado el pecho y ahora me calentaba la garganta.
- ¡Jacquerie, intenta pensarlo con cuidado! Usa tu imaginación para pensar en cómo esto alterará el territorio dentro del Imperio Franco. A pesar de todo, el Emperador sigue siendo el verdadero heredero al trono. Además, la Emperatriz Viuda es de ascendencia extranjera. Dedicar su lealtad a ella sería traición. La gente debe dedicar su lealtad al Emperador. Pero ese mismo Emperador también ha llamado a una potencia extranjera. Bretaña y el Imperio Franco han sido enemigos jurados durante mucho tiempo. ¿No sería el Emperador el verdadero traidor? ¡Será muy difícil para los nobles elegir un bando!
- ...
- Al final, los nobles estarán perdidos. Algunos irán por aquí, mientras que otros irán por allá. Se dividirán y se moverán de acuerdo a sus respectivas creencias. De forma similar a como ha caído el Imperio de Habsburgo, ¡otro imperio también está haciendo una loca carrera hacia el caos! Se encontraban en una situación totalmente caótica. Digamos, por ejemplo, que había un noble monárquico. Ha jurado su lealtad al Emperador; sin embargo, al jurar su lealtad al Emperador, se ve obligado a cooperar con el Reino de Bretaña. Es imposible que Bretaña ayude al Emperador gratis. De este modo, el escalón superior de la autoridad del imperio pasará a manos de Bretaña. Si este noble jura lealtad al Emperador, entonces también estaría ofreciéndose voluntario para ayudar a sus enemigos jurados a sacar provecho de ellos... Sin embargo, también sería problemático para él ir en contra de Bretaña. Si lucha contra la invasión de Bretaña, entonces eso significaría que estaría cooperando con la Emperatriz Viuda. Por lo tanto, tendría que compartir sus comidas con los nobles republicanos. No podría hacer esto o aquello. En otras palabras, un completo caos. ¿No es esto entretenido? Jajaja. Al final, así es la autoridad. No hay afecto entre madre e hijo. No importa si alguien es enemigo jurado de tu nación o no. Ni siquiera importa si tu pueblo acaba derramando mucha sangre a causa de una guerra civil. Sólo por el bien de la autoridad. A la gente le parece bien que otros humanos griten empapados de sangre con tal de obtener autoridad.
¡Qué audaces y honestos son! Desde aquí podía sentir la dignidad de los fuertes. Estaban declarando que ellos eran fuertes y que todos los demás eran solamente adecuados para ser sacrificados. Siempre siento respeto cuando veo a la gente confiar tanto en su propia fuerza. Quiero ver a esa gente desmoronarse con mis propios ojos. Sólo imaginar las caras que pondrían cuando se den cuenta de que ya no son fuertes me excita... Cuando sean derribados por las personas que ellos consideraban débiles y cuando sean ridiculizados y humillados por esas personas, ¿seguirán siendo capaces de mantener sus habituales expresiones altivas?
‘Aah. ¡Ya me estoy divirtiendo! ¡No puedo borrar la sonrisa de mis labios!’
- Bretaña sólo movilizó a unos pocos miles de soldados durante la guerra de la Alianza Creciente. Por otro lado, el Imperio Franco había enviado cientos de miles de soldados. Incluso si Bretaña pierde en términos de poder nacional, actualmente están en igualdad de condiciones. Sin duda, se producirá una batalla de ida y vuelta.
Y a medida que la guerra continúe, un incontable número de ciudadanos dentro del Imperio Franco serán saqueados. No importaba si eran soldados imperiales, soldados del reino, mercenarios, desertores o ladrones. Su nacionalidad y afiliación no importaban. Los soldados atacarían las aldeas con tal de saciar su hambre o satisfacer sus deseos. Los pueblos que apenas pudieron sobrevivir a la Peste Negra y al hambre tendrán que soportar, una vez más, las calamidades de la guerra.
Ya no podrán contenerse. Este era realmente el momento perfecto para propagar la plaga conocida como republicanismo. No había razón para dar una explicación detallada sobre el concepto. Los destinatarios eran las gentes de esta época. Eran tontos. No lo entenderían y eso era bueno. Simplemente había que dejarles oír las palabras que sus oídos querían oír. “¡Libertad! ¡Igualdad! Levántate contra la opresión. Recupera la autoridad que debería haber sido tuya.”
No eran más que palabras azucaradas. Normalmente, a los plebeyos no les gustan los nobles. Respetan la dignidad de los nobles, pero aun así los detestan. Los nobles les roban los cultivos que tanto les ha costado cultivar y les obligan a luchar en las guerras. Mi papel es avivar las llamas, así que estas palabras azucaradas son necesarias para incitar esa ira... Tenemos que hacerles sentir que se rebelan por su propia justicia personal y no por su odio a los nobles. “¡Libertad! ¡Igualdad! Levántate contra la opresión y recupera lo que debería ser tuyo.” Estos eslóganes deberían ser más que suficientes para encubrir su odio. Haré que esto suceda.
- Jacquerie, ¿qué te ordenó hacer Paimon?
- ...Bueno, trabajar junto a la Emperatriz Viuda y mejorar nuestra imagen.
‘Jaja. Eso es demasiado deficiente. Paimon, eso es demasiado ingenua. ¿Qué clase de orden se supone que es? ¿No es demasiado abstracto? ¿Mejorar nuestra imagen? ¿Qué quieres decir con eso? ¿Nos está diciendo que matemos a tantos monárquicos como sea posible, o que vayamos por las aldeas de la república y demos discursos? Como esperaba, la intriga no va con ella. La intriga es una herramienta para los débiles. Dios generosamente creó intrigas para aquellos que son demasiado débiles para luchar una pelea justa. Para Paimon, que ha vivido durante casi 2.000 años, la impaciencia y la inseguridad de los débiles son probablemente conceptos desconocidos. Estaba predestinada por naturaleza a no convertirse nunca en una intrigante.’
Nací como la raza más débil conocida como humano y me convertí en un Señor Demonio. Los planes son para los cobardes como yo.
- Voy a cambiar esa orden. Yo, el Señor Demonio Rango 71, Dantalian de los Muchos Rostros te daré una orden. Jacquerie de la Brigada Mercenaria Doble Hacha y Jeremi de la Cicatriz Escarlata. Como honorables demonios, ustedes acatarán la orden de este Señor Demonio.
El enano y la elfa se levantaron al instante antes de arrodillarse ante mí.
- Nuestro objetivo es desencadenar la guerra civil dentro del Imperio Franco. Yendo más allá, también amplificaremos la guerra. Primero, Jacquerie.
- ¡Sí! ¡Por favor, dame la orden!
- Hay Castillos del Señor Demonio esparcidos por todo el Imperio Franco también. Trabajaremos junto con esos Señores Demonio. Haremos que invadan los territorios que pertenecen a esos monárquicos.
Responderemos a los ejércitos de los otros Señores Demonio dentro del territorio y haremos que los nobles pierdan. Por otro lado, manipularemos la batalla para que parezca que nuestra brigada mercenaria ganó. Nuestra fama aumentará mientras que la opinión pública de los nobles disminuirá.
- Yo estaré a cargo de persuadir a los Señores Demonio. Siguiente, Jeremi.
- Sí.
- Prioriza asesinar a los nobles menores que estén afiliados a la facción republicana.
Jeremi abrió mucho los ojos por un momento antes de sonreír.
- No esperaba que me dieran una misión de asesinato aquí también, pero la llevaré a cabo a toda costa ya que es una orden de Su Alteza.
Sería difícil asesinar a figuras prominentes como condes y vizcondes. Sin embargo, tenemos 20 asesinos profesionales aquí. Deberían ser capaces de manejar baronets y similares. Varios nobles de cierta facción iban a ser asesinados momentos antes de que estallara una guerra civil. Los monárquicos naturalmente caerán bajo sospecha. Especialmente el Emperador. Un emperador que no sólo movilizó tropas extranjeras, sino que asesinó a los nobles de su propia nación en aras de la autoridad. Su reputación caerá en picado de forma inmediata. Estoy deseando ver la cara que pone.
Aquella noche. Escribía con el lápiz sin parar sentado junto a una hoguera. Conseguí terminar varios gruesos manuscritos en una sola noche. Estos manuscritos contenían la misma lógica y retórica que había utilizado durante los discursos ceremoniales. Tenía la intención de enviarlos a la Compañía Keuncuska para que los copiaran en grandes cantidades. Luego íbamos a hacerlos circular por todas las aldeas por las que pasáramos.
- El Imperio de Habsburgo y ahora el Imperio Franco.
Debo haber tenido algo en contra de los imperios en mi vida pasada. Bueno, probablemente fui abusado por ellos unilateralmente en esa vida pasada. Simplemente les estoy pagando por lo que me hicieron. Esto probablemente haría que esos nobles imperiales se sintieran mejor si lo supieran.