Capítulo 117
El Centro de Atención (II)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Su miró al joven que portaba la ametralladora. El otro le miró y, encogiéndose de hombros, dijo.
- Yo soy de la familia William. Originalmente no hay nada entre nosotros, pero esta gente son mis amigos, así que estoy de su lado.
Los ojos de Su recorrieron la ametralladora que tenía en las manos y se fijaron en que no había ningún cartucho insertado, ni estaba abierto el seguro. Asintió, y su mirada recorrió los cuerpos de los 2 individuos restantes antes de volver a mirar a los hijos de la Familia Fábregas. De repente, casi todo el mundo sintió como si los alrededores se vieran envueltos en un profundo frío, como si la temperatura hubiera bajado de repente más de 10 grados. Frente a Su, a pesar de que era tan bonito que parecía que una ráfaga de viento podría derribarlo, había realmente un aura de peligro que comenzó a exudar hacia fuera de su cuerpo. Era algo que sólo liberarían las criaturas aterradoras de la naturaleza salvaje, una sensación que haría que cualquiera quisiera huir inmediatamente tan lejos como pudiera.
El joven que sostenía la ametralladora frunció el ceño. Aunque no era un Jinete de Dragón Negro formal, tampoco era inexperto. Él mismo ya había luchado en el campo de batalla. Este tipo de aura no le era desconocida en absoluto. Los oficiales Jinetes de su familia que estaban llenos de sed de sangre, los mismos individuos que él había considerado como deidades, todos poseían este tipo de aura. Sólo después de participar en varias batallas amargas, comprendió que sólo aquellos que se arrastraban fuera de una montaña de cadáveres podían poseer ese tipo de aura. De repente comprendió que Su no era como decían los círculos sociales del joven, que sólo se basaba en su cara bonita y sus habilidades en la cama con Perséfone para abrirse camino hasta su rango de subteniente. Además, la asquerosa derrota de la Familia Fábregas tampoco fue una casualidad, y definitivamente no se debió a que la tropa del Rey Cobra fuera débil, que era lo que los círculos sociales del joven y los hijos de la Familia Fábregas creían. Instintivamente quiso detener a sus excesivamente groseros e impetuosos compañeros, pero ya era demasiado tarde.
- ¡He oído que has matado a bastantes personas de mi familia en la base de entrenamiento!
Los 2 jóvenes de la Familia Fábregas también sintieron instintivamente que el ambiente estaba un poco sombrío. Sin embargo, estos individuos que nunca habían entrado en el campo de batalla eran demasiado ajenos a este sentimiento. Además, su mayor número y sus armas de fuego de la nueva era, fabricadas con tecnología claramente más reciente, les daban suficiente confianza.
‘Ya era de dominio público que el título de subteniente de Su lo había obtenido acostándose con la general, ¿no?’
En cuanto a la naturaleza especial del campo de entrenamiento de Curtis, eso era algo que sólo sabían los que estaban en el círculo íntimo. Por supuesto, no se atrevían a matar descaradamente a Su, porque asesinar a un subteniente de los Jinetes de Dragón Negro era un delito grave. Olvídense de sus padres, que no eran grandes figuras, ni siquiera el jefe del clan, el Viejo Fábregas, podía protegerlos. Sin embargo, provocarlo era diferente. Los Jinetes de Dragón Negro no prohibían los desafíos ni los duelos. Si podían darle una buena paliza a Su, el estatus de su Familia se dispararía inmediatamente. Del mismo modo, todos sabían que Su sólo tenía un nivel en el Dominio Combate, y no tenía ninguna habilidad de Dominio Mental o Dominio Mágico.
Su habló con indiferencia. Entonces, la caja de armas de aleación junto a su ingle derecha se abrió automáticamente, y la pistola Glock rebotó hacia su mano derecha.
- Todos deberían sentirse afortunados. Porque ustedes no tienen las calificaciones para unirse al asalto de la base de entrenamiento, por eso están vivos. Ahora, todos ustedes realmente se atreven a provocar a un subteniente de Jinetes de Dragón Negro, entonces o entramos en batalla, o me dejan romperles la cara antes de arrastrarse lejos.
- ¡Maldita sea! ¡Estos idiotas! ¡Dejaron que se acercara demasiado e incluso que se pusiera a tiro!
El joven que sostenía la ametralladora comprendió inmediatamente el significado de las palabras de Su y no pudo evitar maldecir para sus adentros. Cuando los 2 bandos alcanzaron la distancia de 5 metros, los rifles de asalto no podían compararse en absoluto con la pistola Glock. Mientras tanto, la ametralladora en sus manos era aún más desfavorable.
Los 2 jóvenes Fábregas nunca esperaron que los movimientos de Su fueran tan directos, firmes y precisos. Además, se ceñía estrictamente a las normas, completamente distinto al bárbaro que acababa de llegar de las tierras salvajes como lo describían los rumores. Ya que ellos fueron los que lo provocaron primero, además sin la identidad de los Jinetes, entonces incluso si eran capaces de matar a Su después de esta batalla, lo que les esperaba seguía siendo la ejecución. Esto no se debía a que los antecedentes de Su fueran fuertes, sino a que la dignidad de los Jinetes de Dragón Negro no podía ser desafiada. Los ejecutores de la División de Juicios no permitían morir fácilmente. Era un sufrimiento que hacía que uno deseara morir inmediatamente. Sin embargo, si no elegían luchar, ¿permitirían que les destrozara la cara antes de arrastrarse? Uno de los jóvenes más prepotentes se sintió puesto en un aprieto. Apretando los dientes, abrió el seguro de su rifle.
- Idiota.
Los ojos de Su brillaron con resplandor. Se hizo a un lado, evitando la trayectoria de la otra parte. Entonces, con 2 pasos, ya alcanzó al joven que había abierto el seguro de su rifle de asalto, arrebatándole fácilmente el rifle de las manos. Con un movimiento de su mano, golpeó fuertemente la culata del rifle en la nariz del joven, haciendo que se le hundiera en la cara. Tras este potente golpe, el arma en la mano de Su se movió de nuevo, golpeando la espalda de otro joven, que cayó inmediatamente al suelo. Tenía la boca abierta, pero no podía emitir ningún sonido.
Los 3 jóvenes sólo sintieron como si un destello apareciera ante sus ojos, y entonces vieron a sus compañeros ya tendidos en el suelo, incapaces de levantarse. Su no tenía ninguna intención de detenerse aquí. Primero dio la vuelta a estos 2 jóvenes, y luego golpeó ferozmente la culata del rifle hacia abajo, destrozando por completo la nariz de uno de ellos. A continuación, se dirigió hacia el joven que se había acercado antes y le propinó una fuerte patada en la ingle.
Todo esto fue metódicamente planeado y hecho de una manera pausada, hasta el punto de que incluso tenía una sonrisa encantadora en su rostro, como si fuera un individuo experimentado tratando con algunos asuntos insignificantes. Los espectadores podían ver cada movimiento con extrema claridad, y cuando se dio la patada final, los jóvenes sintieron como si la cosa entre sus piernas también palpitaran de dolor, como si también hubieran sido pateados por Su.
Su tiró al suelo el rifle que ya estaba algo deformado, pero la Glock nunca había abandonado su mano. Esperó pacientemente hasta que los 2 jóvenes consiguieron por fin soportar el sufrimiento y se pusieron de nuevo en pie con dificultad.
Su sonrió. Cuando habló, también había un magnetismo que sonaba dulce. Entonces, el contenido dejó a todos temblando de miedo.
- ¿Quién les ha permitido levantarse de nuevo? Recuerdo que lo que dije hace un momento fue que se arrastraran hacia atrás. Será mejor que todos se acuesten en el suelo y se arrastren obedientemente. De lo contrario, podría pensar que quieren luchar. Creo que esta pistola puede reventarles el culo por completo.
No sólo las caras de los 2 jóvenes de la familia Fábregas estaban mortalmente pálidas, las caras de los 3 jóvenes de al lado llevaban expresiones similares, como si no pudieran soportar este tipo de humillación. Sin embargo, cuando el joven que portaba la ametralladora vio que las cámaras de vigilancia de ambos lados apuntaban hacia allí desde hacía tiempo, suspiró para sus adentros y renunció a todo plan de actuar. En realidad, sabía que con la velocidad de Su, antes de que pudieran apuntarle, sus balas ya les habrían destrozado el cerebro.
El retroceso de la pistola Glock que había sido reforzada era quizás incluso mayor que el de un rifle de francotirador. En realidad, estas pistolas estaban especialmente diseñadas para ocultarse en los espacios vacíos de varios edificios. Además, sólo algunos personajes excéntricos las utilizaban. Su poder podía atravesar fácilmente paredes de ladrillo de decenas de centímetros de grosor y hacer pedazos al enemigo que se escondiera detrás. Para poder utilizarla, no sólo había que dominar las armas simples, sino también las pesadas.
Enfrentados a elegir entre la vida o la dignidad, los 2 jóvenes miembros de la Familia Fábregas eligieron la vida. Gimieron mientras se arrastraban por el suelo hacia la parte trasera de la estación, a un lado. Antes de que desaparecieran por completo de su vista, ya había devuelto la Glock a la funda de aleación del arma, y seguía caminando por la carretera central hacia las grandes puertas de la región militar. Un joven se interpuso en su camino, pero viendo su expresión inexpresiva y temerosa, parecía que probablemente no había sido a propósito. Su no parecía tener ninguna intención de ajustar su camino. Simplemente lanzó una mirada al joven antes de decir.
- Hazte a un lado.
El joven se puso inmediatamente como un conejo asustado. Retrocedió unos pasos presa del pánico y casi se cae al suelo. Aparte del joven que sostenía la ametralladora, los demás eran todos novatos que nunca habían entrado en el campo de batalla. Para ellos, el rango de subteniente era simplemente el objetivo de su vida. Sólo ahora se daban cuenta de que querer desafiar a un subteniente de los Jinetes de Dragón Negro era lo mismo que tirar sus vidas a la basura. Su ni siquiera les dirigió una mirada mientras atravesaba las grandes puertas. Detrás de él, el rifle regalado por el capitán parecía especialmente crudo y sombrío, encajando bastante bien con su temperamento.
El rostro del joven que portaba la ametralladora enrojeció de repente. Rugió hacia la figura de Su que se retiraba.
- ¡Su! ¡Una vez que abandones Ciudad Dragón, será mejor que tengas cuidado! Te devolveré el doble de la humillación de hoy.
Este ni siquiera se dio la vuelta, ni tenía intención de frenar sus pasos. Simplemente señaló hacia el suelo y le respondió.
- Si tienes agallas, ven a buscarme al desierto. Sin embargo, recuerda, antes de venir, asegúrate de limpiarte el culo.
La cara del joven enrojeció de vergüenza como si fuera a salirle sangre. Sin embargo, tenía muy claro que si hacía un movimiento contra Su en ese momento y lugar, era lo mismo que tirar su vida a la basura, además completamente inútil. Las normas de los Jinetes de Dragón Negro eran sagradas e indiscutibles. Como mínimo, no podía desafiarlas públicamente.
Su no oyó el sonido de las balas de la ametralladora mientras cruzaba las grandes puertas. Estaba un poco decepcionado, pero de repente sintió una sensación difícil de describir. Así, ¡se dio la vuelta bruscamente! En lo alto de un gran edificio se alzaba una grácil figura. Incluso en la remota distancia, la siniestra y pesada armadura no podía ocultar su encanto. Su larga cabellera gris oscura, que danzaba de un lado a otro, parecía haberse fundido por completo con las bajas nubes colgantes llenas de resplandor. A pesar de la enorme distancia que los separaba, Su podía ver claramente aquel par de ojos azules. Eran iguales a los exquisitos y cristalinos ojos de hace 7 años que no conocían profundidades. Su supo desde la primera mirada que se trataba de la niña a la que no tuvo más remedio que dejar marchar hace 7 años. Sólo que nunca pensó que ya habría crecido tanto, que su estatura casi alcanzara la suya, y que ahora poseía un poder asombroso.
‘Lanaxis tenía razón; sólo a su lado podía aflorar por completo el talento de la niña.’
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