Capítulo 124
Depredador Demoniaco (I)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
El Collar de la Luna Brumosa. Su propietario era un maestro espadachín y llevar el collar enseñaba una poderosa técnica con la espada. Ariel Diablo lo había obtenido en mi vida anterior y utilizó su avanzada destreza para conquistar a sus enemigos. Pero ahora era mío. Yo lo poseía, nadie más.
Me coloqué el collar con forma de luna alrededor del cuello. Al mismo tiempo.
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Un aura refrescante cubrió mi cuerpo. La luz azul que me rodeaba se parecía a la de la luna. Hoy era luna llena. Era el día perfecto para experimentar con la nueva técnica de espada.
- Esto es... Lluvia de Luna.
Acepté la energía. La información sobre la técnica con la espada entró lentamente en mi cabeza. Y pude ver a Haien. Tenía un cuerpo bestial. Su cabello parecía no haber sido lavado en mucho tiempo y tenía barba. Llevaba ropa gastada y caminaba con 2 espadas en las manos. La imagen de la demostración de la técnica con la espada quedó grabada en mi retina. Admiraba la hermosa trayectoria de la espada mientras se movía a la luz de la luna.
‘Es precioso.’
Tuve ese pensamiento mientras observaba el movimiento de las espadas. No se podía comparar con los bailarines que se movían empuñando espadas. Cada movimiento era importante. Era precioso, pero la espada también atravesaba el corazón y la cabeza del enemigo. Era una experiencia nueva para mí.
‘Una esgrima de un nivel completamente diferente.’
En mi vida anterior, la técnica “Lluvia de Luna” que utilizaba Ariel era intensa. Sin embargo, no era hermosa. Probablemente había reestructurado “Lluvia de Luna” según su propio estilo. Conocía decenas de miles de técnicas con la espada. Lo absorbió todo y lo convirtió en la “Espada del Abismo”. La técnica con la espada de Haien era solo una parte de esto.
‘Lo dejaré como está.’
Mis pensamientos eran diferentes. No conocía ninguna técnica de espada adecuada. Me las enseñaron durante combates reales. Una técnica para cortar la carne del enemigo. Formas sencillas de romper los huesos del enemigo. Eso era todo. Pensaba que era suficiente. ¿El manejo de la espada? No había sentido la necesidad de aprenderlo. Este prejuicio cambió después de ver a Haien ejecutar directamente “Lluvia de Luna”. Esto... era completo por sí mismo. No había necesidad de hacer ningún cambio.
Por supuesto, habría diferencias según la interpretación. Me quedé muy atrás a la hora de utilizar “Lluvia de Luna”. Pero si seguía aprendiéndola, estaba seguro de que rompería el “muro” por mí mismo. De hecho, mi destreza con la espada había estado estancada durante más de 10 años. Mis habilidades aumentaron a medida que me hacía más fuerte, pero no hubo ningún cambio en las técnicas en sí. Así que quería aprender. Quería absorberlo. Ariel lo reensambló, pero yo no quería destruir la “pureza” del propietario original, a pesar de mi falta de habilidades.
‘Haien, llevaré adelante tu método.’
Extendí la mano. Los movimientos de Haien impresos en mis retinas se llevaron a cabo a través de mis manos. No había noción de realidad. Mis manos continuaron dibujando Lluvia de Luna. La luz de la luna llena caía sobre mí y sentía como si un gran peso me oprimiera. Un profeta. Un maestro de la espada. Era fuerte y respetaba su pureza.
Haien amaba la luna. Sus emociones estaban contenidas en Lluvia de Luna. El deseo de aprender y crecer de Haien llenaba mi cabeza.
‘Me gusta la luna llena en el cielo tranquilo.’
Me reí. Recordé los días que pasé en el campo de batalla. Un lugar de matanza. Un lugar donde ni siquiera podía confiar en mis aliados. Aun así, la luna era la única que estaba de mi lado. Nunca cambiaría ni me traicionaría. Comprendí un poco el corazón de Haien.
Sostuve Ira en una mano y la Espada del Emperador en la otra. Y las blandí hasta el amanecer. No podía moverme sin un plan. Necesitaba uno, dividir las tropas y darles tiempo para adaptarse a los artículos comprados en la subasta del Mundo Demoníaco. Okullos era un Archiduque, así que tenía que estar bien preparado antes de enfrentarme a él.
- No puedes dejar que te atrapen bajo ningún concepto. Es importante vigilar las mazmorras de Okullos y a los demonios importantes desde una distancia adecuada. Envíame informes a través de la bola de cristal una vez al día.
- Seguiré tus instrucciones, Maestro de Mazmorra.
El reconocimiento era imprescindible antes de actuar. Utilicé a Krasla y a algunos elfos oscuros para moverme. Okullos conocía mi ventana de estado, pero no sabía que yo conocía la ubicación exacta de su mazmorra.
‘Tu maldita arrogancia. Se asegurará de que no estés preparado.’
Mi objetivo era agarrarlo desprevenido. No tardaría mucho. Mientras tanto, aprovecharía ese tiempo para ganar un poco de fuerza.
- Stein. ¿Cómo va el trabajo del Rey Enano?
- ¡Es increíble! Ya ha completado 7 armas de grado Único. A este ritmo, los preparativos básicos estarán listos en 15 días. Una vez que termine el arma gigante para el Gigante, su poder se duplicará al instante.
Stein dijo con tono orgulloso. De hecho, las buenas habilidades de herrero y los materiales superiores permitían crear armas decentes. Gracias a eso, los enanos crecían cada día.
15 días. No podía desperdiciar ese valioso tiempo. Después de completar algunas tareas urgentes y aprender Lluvia de Luna, saqué el resto de los objetos. Estigma del Milenio, Orbe de Rayos y el Collar de la Luna Brumosa eran todos objetos para mi crecimiento. Para ser precisos, servían para aumentar el impacto de Dios del Rayo.
‘El Orbe de Rayos ayuda a recuperar las habilidades relacionadas con los rayos.’
Volví a usar el Ojo de la Mente para confirmarlo.
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El Dios del Rayo tenía un rango más alto, por lo que el efecto de fortalecimiento no tendría ningún efecto. Mi objetivo eran las opciones de “recuperación” e “integración”.
- Dios del Rayo. Muévete.
Dios del Rayo comenzó a moverse hacia el Orbe del Rayo. No fue un movimiento sencillo. El Dios del Rayo se resistía, pero no podía desobedecer mis órdenes. Después de un rato, el Dios del Rayo finalmente llegó al Orbe del Rayo. En ese momento, se pudo sentir una fuerte sensación de esfuerzo, pero lo ignoré. Era un trabajo que requería una intensa concentración.
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Entonces saqué el Estigma del Milenio. Se trataba de un objeto que formaba una especie de “contrato”. Tras conectar el Orbe del Rayo y el Dios del Rayo, la duración durante la que podía utilizarlo había aumentado.
- ¿Los humanos llaman a algo así un truco?
Fruncí el ceño. Algunas personas podrían llamarlo truco.
- No, no lo es.
Era encontrar un método y aprovecharlo. Aproveché la oportunidad. Una vez que confirmé que el Dios del Rayo había completado el cambio, coloqué el sello alrededor de mi corazón.
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El Estigma del Milenio era un objeto de un solo uso. Sin embargo, el efecto fue suficiente. Al cabo de un rato, un pequeño dragón del tamaño de un puño hecho de rayos apareció del Orbe del Rayo. Dios del Rayo. Se sorprendió por la repentina situación y rápidamente miró a su alrededor.
- La fuerza se reduce a una décima parte, pero está activa las 24 horas del día. También puedo recuperar la fuerza cuando se usa la habilidad.
El Dios del Rayo me protegería automáticamente. Originalmente, no podía salir voluntariamente de mi cuerpo. Pero gracias al Orbe del Rayo y al Estigma del Milenio, ahora podía manifestarse todo el día.
El pequeño Dios del Rayo se movía alrededor de mi cabeza. Estaba de buen humor después de ganar su libertad. No se le podía subestimar solo porque fuera del tamaño de un puño. Solo tenía una décima parte del poder, pero una criatura avanzada seguiría estando en peligro con un solo golpe.
- Estoy deseándolo.
El Dios del Rayo voló más rápido.
- Ahora es el momento de la caja.
Era el último objeto que le quedaba de los que había comprado en la subasta del Mundo Demoníaco. La Caja Desconocida esperaba su turno.
La caja tenía forma de ataúd. Chrisley se paró frente a ella y preguntó.
- Mi Maestro de Mazmorra. ¿Quiere que abra esta caja?
- Así es. El objeto que salga será tuyo.
- La... abriré. Por favor, apártese.
Chrisley estaba preocupada porque no sabía qué saldría. Sin embargo, yo negué con la cabeza.
- No pasa nada. Estaré a salvo aquí.
- Entiendo. Entonces...
Chrisley respiró hondo y se movió. Levantó con cuidado la tapa de la caja. Huuung. Un sonido fuerte. Era como si alguien estuviera rugiendo. Al mismo tiempo, una luz violeta brotó de la caja.
- Mi Maestro de Mazmorra. Esto...
Dijo Chrisley con ojos perplejos.
- En efecto. Ha salido así.
Asentí ligeramente mientras comprobaba el resultado.
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