Libro 6 - Capítulo 19
El Rey de los Asesinos
Traducción: Radak, Mr. Pirps
Edición: Radak, Sho Hazama
Corrección: Radak
Edición: Radak, Sho Hazama
Corrección: Radak
César miró a Linley con sospecha. “¿Qué? ¿Puede ser que esa pequeña niña del clan Leon no es su prometida?”
“¿Prometida?” Linley articuló esa palabra.
Al ver la reacción de Linley, César parecía entender algo. Riendo, dijo, “¡jaja, qué divertido, qué divertido! Maestro Linley, debo decir, esa pequeña Señorita Delia del clan Leon ha pasado muchos problemas por su bien. Ella gastó mucho tiempo, mucho esfuerzo, y también oro a fin de comprar esa escultura suya, ‘Despertar de un Sueño’.”
Linley miró inquisitivamente a César.” Sr. César, ¿puede tal vez decirme donde usted escuchó que Delia era mi prometida, y que vamos a casarnos?”
César acarició su barba. Con encanto, dijo, “no debo decirlo, no debo decirlo.”
Pero en su mente, César recordó el contenido de la carta la cual Delia hizo que su sirviente le diera. Él se divirtió a sí mismo, “para que una chica tengo el coraje de actuar en tal forma muestra que sus sentimientos hacia Linley son genuinos. Mejor no digo nada, sino terminaré avergonzando a esa pequeña niña, Delia.”
César sabía que cuando una chica le decía ciertas cosas, sería más que moralmente erróneo de su parte expandirlo hacia otros. Él, César... Era un hombre de principios.
Linley enterró su curiosidad. Después de todo, César describiendo a Delia como su prometida era un asunto pequeño. Este hombre en frente de él era un fenómeno de seis mil años de edad. Esto era lo que importaba.
“Sr. César, para que usted venga aquí con una de las medallas de la Iglesia Radiant, ¿significa que vino a mí por los negocios de la Iglesia Radiant?” Linley intencionalmente intentó probar la razón por la que el hombre vino.
César se sentó con un gesto dramático, entonces negó con la cabeza. “¿La Iglesia Radiant? No me amontones con esos tipos de la Iglesia Radiant.”
“¿Entonces esta medalla?” Linley miró inquisitivamente a César.
César casualmente dijo, “oh, es de cuando maté a ese Cardenal. Figuré que esta medalla eventualmente sería de ayuda, así que la tomé de su cadáver. En ocasiones, la saco y la presento. Tengo que decir, realmente me ha ayudado por el pasar de estos años.”
“¿Asesinó a un Cardenal, luego casualmente tomó su medalla?” El corazón de Linley tembló, y n o pudo evitar sentir frío.
Este César en frente de él era una persona extremadamente fuerte.
La voz de Doehring Cowart sonó en la mente de Linley otra vez. “Linley, cuando estaba vivo, César ya había entrado al nivel Santo. En ese tiempo, la Iglesia Radiant no era muy poderosa. Después de cinco mil años, César está definitivamente en un nivel extremadamente terrorífico de poder. La Iglesia Radiant no lo ofendería solo debido a que asesinó a un Cardenal.”
“Después de todo... César es un especialista en asesinatos nivel Santo. Un combatiente nivel Santo tal como él es de lejos más peligroso que su ordinario combatiente nivel Santo. Lo que es más, un especialista en asesinatos, al llegar al pico del nivel Santo, es incluso más poderoso.”
Después de escuchar las palabras de Doehring Cowart, Linley comenzó a entender.
En el pasado, cuando él estaba en la Cordillera de Bestias Mágicas, él también había encontrado asesinos. Linley sabía muy bien que a pesar de solo ser del sexto rango, un asesino especialmente entrenado del sexto rango podría de lejos ser más peligroso que otros combatientes del sexto rango.
Debido a que los asesinos se especializaban en ‘emboscar’ y en ‘asesinatos de un solo golpe’. Cuando ellos asesinaban a alguien actuaban sin escrúpulos u honor.
Muchos combatientes nivel Santo, por otra mano, les importa grandemente sobre su honor personal y reputación.
Un combatiente en el pico nivel Santo que no tiene vergüenza y que era un asesino que poseía poder aterrador.
“Esa es la razón de por qué la Iglesia Radiant nunca a intentado recuperar la medalla de César. Esto también es la razón de por qué César es capaz de vivir tan abiertamente en la Santa Capital, Ciudad Fenlai.” Doehring Cowart suspiró. “Este César realmente está viviendo una vida muy cómoda.”
Al escuchar esas palabras de Doehring Cowart, no pudo evitar sentir admiración por César.
“¿Qué, está asustado?” César vio que Linley había caído en silencio. Él no pudo evitar sonreír a Linley. “Relájese, eso fue hace mucho tiempo. Ha sido un tiempo desde la última vez que maté a alguien.”
¿Un tiempo? ¿Cuán largo periodo de tiempo era eso? Recordando que el hombre en frente de él era un asesino de seis mil años de edad, Linley no estaba muy seguro.
“Esto bien. Solo estoy asombrado por el poder del Sr. César, que usted pueda matar a un Cardenal de la Iglesia Radiant, peor aun así vivir abiertamente en la Santa Capital.” Linley sonrió.
Los ojos de César se iluminaron, y él palmeó los hombros de Linley, asintiendo. “Nada mal, nada mal. Realmente usted es un maestro escultor; su fortaleza mental es mucho más fuerte que la de otros. A pesar de conocer mi poder, usted no está asustado en lo más mínimo.”
“Maestro Linley, he venido a visitarlo debido a que deseo pedirle algo.” César observó a Linley, hablando con sinceridad.
Linley rápidamente dijo, “Sr. César, por favor hable. Siempre que esté dentro de mis capacidades, definitivamente lo asistiré.
Pero César puso una mirada severa, diciendo, “Maestro Linley, yo, César, siempre he odiado deberle favores a otros. Ya que estoy pidiéndole un favor, naturalmente también le asistiré en algo.”
Linley sintió alegría en su corazón.
Un favor de un asesino que había llegado al nivel Santo hace más de cinco mil años era invaluable. En la mente de Linley, un pensamiento destelló rápidamente- ¡Matar a Clayde!
Todo este tiempo, Linley había estado amargamente intentando pensar en una forma para tratar con Clayde, o tal vez capturarlo e interrogarlo. Linley absolutamente había encontrado lo que le pasó a su madre. Pero en término de amos poder personal y fuerzas totales disponibles, Clayde era de lejos más poderoso que Linley. Él no tenía una forma para tratar con Clayde.
Pero ahora, Linley tenía una forma
“Si fuera a invitar a este César para ir y secuestrar a Clayde, eso debería ser muy difícil.” Linley comenzó a emocionarse. Este problema ya lo había molestado por un largo tiempo. Parecía que ahora podría resolverlo.
“Sr. César, por favor dígame lo que necesita.” Linley dijo muy seriamente.
César dijo directamente, “bien, entonces solo lo diré sin rodeos.”
Frotando su barba, la actitud de César era esa de charlar con un viejo amigo. “No tengo muchas aficiones. Mujeres, me gustan. En el pasado, asesinar también era una afición. Pero después me aburrí de asesinar. Comencé a tomar un interés en el arte. Y naturalmente, estoy muy encaprichado por las esculturas de piedra, esa forma de arte superior. Maestro Linley... La última vez, sentí una gran cantidad de lamento por ser incapaz de comprar su escultura, ‘Despertar de un Sueño’. Cuando lo recuerdo, ni siquiera puedo dormir bien en las noches. Después de girar y girar muchas veces, decidí venir a visitarlo en persona.”
“Sr. César, ¿qué está intentando decir?” Las cejas de Linley se fruncieron.
Él ya había vendido la escultura, ‘Despertar de un Sueño’. Delia había sido la que la compró.
“Estaba esperanzando en pedirle, Maestro Linley, que me ayude a tallar una escultura.” César observó con esperanza a Linley.
“Fácilmente hecho.” Linley rápidamente aceptó. Cada día, él pasaba unas pocas horas entrenándose al tallar esculturas. Para pasar algo de ese tiempo tallando una para César era una tarea fácil.
“Tengo unos pocos requerimientos secundarios para esta escultura.” César se puso de pie, pareciendo un poco avergonzado.
¡Avergonzado!
Cierto, este fenómeno de seis mil años de edad parecía un poco avergonzado.
“Sr. César, siéntase libre en explicarlo.” Linley observó a César con curiosidad.
César soltó una carcajada. “Maestro Linley, espero... Que esta escultura sea de mí, y que capture mi aura única.”
“¿Usarlo como mi modelo? ¿Su aura única?” Linley estaba conmocionado.
Viendo la mirada sobre el rostro de Linley, César rápidamente dijo, “¿Qué, eso será difícil?”
“No, no lo es.” Linley negó con la cabeza, frunciendo el ceño. “Usarlo como el modelo es muy fácil. Habiéndolo visto una vez, es fácil para mí recordar como parece. Puedo esculpirlo sin algún problema. Pero es un poco más complicado imbuir a la estatua con su aura única. Esto es debido a que cada persona tiene un aura diferente en tiempos diferentes, tales como un aura cuando están molestos, otra cuando están felices, otra cuando están tristes, o heridos, o ambos furioso y tistes...”
César de inmediato rio. “Fácil. El aura que quiero... Es el aura que tengo cuando estoy en mi virilidad.”
“¿Su virilidad?” Linley observó inquisitivamente a César. “Sr. César, ¿cuándo usted siente que está en su virilidad?”
Linley estaba comenzando a preguntar si este fenómeno de seis mil años de edad tenía algunos problemas mentales.
César dijo con confianza, “¡creo que parezco más viril cuando mato a alguien! ¡Mi alias es el ‘Rey de los Asesinos por una razón, sabe!”
¡César el ‘Rey de los Asesinos’!
Este era un nombre muy terrorífico en el continente Yulan. Ni los Cuatro Grandes Imperios ni las dos mayores alianzas deseaban ofender a este individuo. Incluso los cuatro mayores gremios de asesinos, si eran forzados a nominar a la persona más asombrosa dentro de sus filas, sin duda sería seleccionada esta persona que había dominado el continente Yulan por más de cinco mil años. César, el ‘Rey de Asesinos’.
¡Un combatiente en el pico del nivel Santo, y especializado en técnicas de asesinato! En términos de los números y complejidad de técnicas de asesinato que poseía, él ya llegaba al pináculo de la perfección en este campo. Esas personas que habían recibido algún entrenamiento de César fueron tan lejos como para decir que sus técnicas de asesinato habían llegado al campo de la habilidad artística.
El asesino más fuerte. ¡El Rey de los Asesinos!
A pesar que había pocas personas en el continente Yulan que se habían convertido en combatientes en el pico del nivel Santo, tales como el Santo Emperador de la Iglesia Radiant, o el Patriarca Oscuro del Culto de las Sombras, o ese Lord Fallen Leaf de la Iglesia Radiant. Y por supuesto, los Cuatro Grandes Imperios cada uno tenía sus propios combatientes en el pico del nivel Santo.
Pero sin cuestión, cada uno de esos combatientes estaba muy consciente del Rey de los Asesinos, César.
Debido a que en términos de asesinato, ninguno de ellos podría igualarlo.
El poder del ‘Rey de los Asesinos’ en el pico del nivel Santo era simplemente aterrador. Incluso los Cuatro Grandes Imperios y las dos grandes alianzas mantenían el principio de, ‘no ofenderlo si es absolutamente posible evitar hacerlo’, mucho menos los otros mayores clanes del continente Yulan.
Originalmente, durante la subasta, el Cardenal Lampson y el Cardenal Guillermo habían estado preparados para ofertar un extremadamente alto precio así Linley se sentiría agradecido hacia ellos. Pero al ver a César haciendo una oferta, estaban tan asustados que ya no se atrevieron a ofertar en lo absoluto. Incluso ese viejo sirviente del clan Leon, Shaw, había estado aterrorizado al ver a César, el Rey de los Asesinos. Después, solo después que Delia le había escrito a César una carta y obtenido su consentimiento Delia se atrevió hacer otra oferta.
De esto, uno podría decir cuan verdaderamente formidable era este ‘Rey de los Asesinos’.
A pesar que él tenía una medalla de un Cardenal por tantos años, la Iglesia Radiant nunca había intentado recuperarla, y le permitió a César usarla para engañar a otros como le plazca sin protestar. Esta era su muestra de buena voluntad hacia César. Como por ese Cardenal que él asesinó, la única cosa que podría ser dicha fue que murió en vano.
“¿Cuándo asesina a alguien?” Linley negó con la cabeza. “Sr. César, nunca lo he visto matar a alguien. ¿Cómo sabría como usted se ve cuando mata a alguien?”
Al presente, Linley aún sabía muy poco con respecto a los nombres de los combatientes nivel Santo del continente Yulan. Incluso nunca había escuchado del mundialmente famoso ‘Rey de los Asesinos’, César.
“¡Eso es fácil! Solo le mostraré ahora como me veo cuando asesino a alguien. Observe cuidadosamente.” La actitud de César instantáneamente cambió.
“¡Espere!” Linley rápidamente gritó en alarma. “Sr. César, por favor no mate a nadie en mi casa.”
“¿Quién dijo que iba matar a alguien? Solo voy a mostrarle la forma que me veo cuando mato a alguien, eso es todo.”
César miró a Linley un tanto agriamente.
Linley rio raramente.
En su corazón, estaba lleno con gran cantidad de trepidación hacia este ‘Rey de los Asesinos’, César. Cuando escuchó que César iba a mostrar como se veía cuando asesinaba a alguien, Linley estaba instantáneamente espantado y quería detenerlo.
“Observe cuidadosamente. Pretenderé que mi objetivo es ese florero en frente de nosotros.” César dijo con calma.
La anterior actitud de César había totalmente cambiado. Él se volvió calmado. En un abrir y cerrar, esa perezosa e indolente aura de César totalmente desapareció, y se volvió alguien sin un rastro de aura, sin un rastro de poder, sin un rastro de emoción.
Frío. Calmado.
Linley no vio nada en lo absoluto. Él solo sintió que el aire tembló ligeramente, y entonces el florero en frente de Linley de repente comenzó a desintegrarse, una pulgada a la vez.
Cierto. ¡Tan claramente como puede ser, el florero se había desintegrado, una pulgada a la vez!
Esta sensación totalmente aturdió a Linley.
“¿Así que este es el Rey de los Asesinos?” En la mente de Linley, él firmemente memorizó este momento. Cuando hizo su movimiento, la expresión de César no había cambiado en lo más mínimo. En ese momento César pareció totalmente sin emociones, y había mirado fríamente a todo en la mansión. Era como en si en sus ojos, toda vida no era más que hierba.
Matar a alguien no era más que cortar unas hojas de hierbas.
Pero Linley también tenía el sentimiento que, cuando César había hecho su movimiento, toda su atención se había concentrado en ese florero.
Como si todo el universo se hubiera reducido al florero, y nada más existía.
Ese extraño y bizarro sentimiento hizo que Linley quisiera vomitar sangre.
“¿Lo vio?” César una vez más se volvió enérgico y animado. Casualmente se sentó, cruzó sus piernas y observó a Linley. “¿Qué piensa? ¿Está de acuerdo con que me veo más viril en ese tipo de momento? Confío en esta técnica para ganar los corazones de unas pocas jóvenes señoritas, sabe.”