Libro 2 - Capítulo 22
La Galería Proulx (Parte 2)
Traducción: Radak
Edición: Radak, Sho Hazama
Corrección: Radak
Edición: Radak, Sho Hazama
Corrección: Radak
La Galería Proulx.
La galería de arte número uno para esculturas, cada una de las ciudades más grandes en el continente Yulan tenía una sucursal de la Galería Proulx. La Galería Proulx tenía un espacio extremadamente grande, y una gran mayoría de los que entraban eran personas cultas y de clase.
Dentro de la Galería Proulx, si tienes muchos anillos mágicos ostentosos en tus manos, el resultado probable solo sería ser el hazmerreír por no tener clase.
¡Arte, sofisticación!
Este lugar valoraba mucho esas cosas.
La cuota de entrada para la Galería Proulx era de una moneda de oro por persona.
Un sonido de ‘ding-dong’, tan claro como el sonido de una montaña primaveral, sonaba dentro de la Galería Proulx. El sonido hacía que los oyentes sintieran paz. Incontables personas atravesaban las puertas de la entrada, con muchos hombres y mujeres nobles, y hermosas jovencitas, todos vestidos muy gustosamente.
Y los comuneros, en frente de la Galería Proulx, casi inconscientemente se comportaban a sí mismos.
Cuando Linley y sus hermanos, junto con Cass y los tres guardias, llegaron a la Galería Proulx, cualquiera que tuviera un juicio de carácter decente reconocería a las ropas del Instituto Ernst que ellos vestían. Al ver al Halcón de Trueno de Ojos Azules en los hombros de Cass, naturalmente se volverían muy atentos y corteses.
“Tío Cass, entra con nosotros. Los otros tres pueden esperar por nosotros afuera.” Yale instruyó.
Linley, sus tres hermanos, y Cass entraron en la galería. En el salón principal de la Galería Proulx, había una gran escultura con forma de hombre. Esta escultura era precisamente del Gran Maestro escultor número uno, Proulx.
Toda la Galería Proulx estaba extremadamente en silencio. Virtualmente todos, a pesar de su estatus, hablaban en tono de murmullo, así evitaban molestar a los demás.
Yale, Reynolds, George y Linley vieron una escultura de piedra tras otra, y en sus corazones sentía que esas esculturas eran verdadera e incomparablemente hermosas.
“Las exhibiciones de la Galería Proulx están divididas en tres salones; el salón principal, el salón de expertos, y el salón de maestros. Este salón está lleno con esculturas que algunos escultores ordenaron para ser puestas aquí, para ser evaluada y comprada por otros. Cada trabajo es exhibido por un mes, y después de un mes, la oferta más alta gana la escultura. Esas esculturas ordinarias son mayormente solo dignas de unas cuantas monedas de oro, con algunas particularmente buenas dignas de unas cuantas docenas de monedas.”
Yale rio mientras explicaba. “Pero el salón de expertos es diferente. La exhibición de expertos está dividida en muchas habitaciones individuales, con cada escultura en una habitación para sí misma. Generalmente hablando, un ‘experto’ es alguien cuya escultura ha recibido aclamación general, y muchas esculturas de expertos son dignas mil monedas de oro o algo así.”
“Como por el salón de maestros, es incluso más asombrosa. En el santuario más interno de la galería, hay un número muy pequeño de esculturas de hechas por maestros. El precio de esas esculturas es espantosamente alto. Cualquiera de ellas son fácilmente dignas de decenas de miles de monedas de oro, y algunas de las obras maestras las cuales les trajeron fama a sus maestros escultores son fácilmente dignas de cientos de miles de piezas de oro.” Yale explicó a sus tres hermanos en detalle.
La respiración de Linley se detuvo. Cualquier obra maestra hecha por un maestro escultor era digna de decenas de miles de monedas de oro. Para un maestro escultor, el dinero no significaba nada en lo absoluto.
“Pero es muy difícil para un maestro escultor producir una obra maestra, ya que ellos naturalmente no quieren hacer ningún error.” Yale suspiró mientras hablaba. “Una obra maestra que es digna de ser venerada a través de las eras, requiere talento, habilidad y algunas veces una repentina chispa de genialidad.”
“Los trabajos en este salón principal son solo un poco placenteras al ojo, es todo. Vamos adentro.” Yale los llevó más profundo.
Caminando dentro de la tranquila Galería Proulx, y escuchando esa pacífica música, Linley sentía como si estuviera nadando en un mar de cultura. Y justo en ese momento. Doehring Cowart voló desde dentro del Anillo Coiling Dragon y comenzó a evaluar el arte cercano.
“Terrible, terrible. ¿Cómo pueden las personas tener la cara para mostrar estos trabajos de arte, de esta calidad, a otros?” Doehring Cowart dijo en descontento.
“Abuelo Doehring,” Linley giró a ver a Doehring Cowart. “Este es solo el salón principal de la Galería Proulx. Hay un salón de expertos al frente como también un salón de maestros.”
“¿Galería Proulx?” Doehring Cowart estaba perplejo, y entonces dejó de hablar.
“¿Abuelo Doehring, abuelo Doehring? Linley mentalmente llamó unas cuantas veces. Pero al que Doehring Cowart estaba aún perdido en sus pensamientos, Linley ya no intentó llamarlo. Él siguió a Yale, Reynolds y George hacia el salón de expertos. Este salón realmente era diferente, como dentro del centro del salón principal, cada uno y todos los todos los artistas tenían su información y la localización de sus muestras registrada.
Yale, Linley, y los otros comenzaron a entras a las habitaciones de las muestras individuales.
A pesar que no sabía mucho sobre esculturas, Linley aún pudo claramente sentir que las esculturas de los expertos eran claramente diferentes de aquellas en el salón principal. Parecían llevar dentro algún tipo de inefable gracias y cultura.
Justo como Linley estaba cayendo en un ensueño mientras disfrutaba las esculturas, la voz de Doehring Cowart sonó en su mente una vez más.
“Nada mal. Esas al menos pueden ser consideradas un éxito.” Doehring Cowart suspiró con halago. “Pero comparado a los trabajos de Proulx, aún hay mucho camino que recorrer.”
Linley se quedó mudo.
“Abuelo Doehring, ¿cómo pueden esas personas posiblemente comparase al Gran Maestro Proulx?” Linley negó con la cabeza y rio con impotencia. Proulx era el escultor número uno en toda la historia del continente Yulan.
Doehring Cowart frunció el ceño. Acariciando su barba con descontento, dijo. “¿qué es eso? ¿Crees que Proulx fue un Gran Maestro desde su nacimiento? Él, también, comenzó como un escultor ordinario e hizo su propio camino, y al final se convirtió en una verdadero Gran Maestro.”
Linley estaba paralizado. Había algo de lógica en las palabras del abuelo Doehring.
Después de terminar de inspeccionar el salón de expertos, Linley y los otros se dirigieron hacia el salón de más adentro, el salón de maestros.
“Todos, recuerden, mientras estamos en el salón de maestros, no toquen nada. Si rompen algo. Será desastroso.” Yale les recordó.
Entrando al salón de maestros. Silencio.
El salón de maestros era extremadamente grande, pero había solo unas cuantas esculturas dentro. Después de todo, solo pocos maestros habían existido, y cada maestro solo tenía cuatro o cinco trabajos de arte en muestra. En todo el salón, había solo veinte o treinta trabajos en exhibición.
Pero a pesar que había solo unas cuantas esculturas, cuando Linley y los otros vieron esas esculturas, sintieron un espíritu emanando de ellos, como si esas esculturas tuvieran vida.
“Oh, nada mal, nada mal. No esperé que en cinco mil años, el arte de la escultura en piedra llegaría a tales alturas.” Doehring Cowart dijo en asombro. “Si esas pueden mejorar un poco más, serás capaces de aproximarse al nivel de Proulx.”
Silenciosamente mesmerizado dentro de la galería de arte, Linley y los otros sintieron que sus espíritus ascendían.
...
Noche. La puerta principal del Instituto Ernst. Linley y los otros tres desmontaron del carruaje.
“Segundo hermano, tercer hermano, ustedes dos, ugh. Planeé que nosotros tuviéramos un buen tiempo esta noche en Ciudad Fenlai, pero ustedes... ugh, Comencé a divertirme en esos lugares cuando tenía seis años.” Yale estaba aun descontentamente quejándose sin parar.
“Cierto, cierto.” Reynolds dijo desde un lado.
George y Linley se miraron el uno al otro, y no pudieron evitar reírse con amargura.
“¡Rápido, abran las puertas!” Un furioso y urgente gritó se escuchó.
Linley y los otros no pudieron evitar girar para dar una mirada. Ellos vieron un joven de cabello rizado llevando a otro joven ensangrentado, con una bella chica a su lado. El rostro del joven ensangrentado estaba pálido. Su brazo izquierdo estaba roto, con los huesos asomándose, y el pecho cubierto con marcas de garra.
“Parece que algunos de los que han ido a entrenar a la Cordillera de Bestias Mágicas fueron heridos. ¿Qué grupo es este? No hemos estado en el Instituto Ernst por un año, pero hemos visto muchos estudiantes de nivel alto que fueron heridos afuera.” Yale dijo casualmente.
La Cordillera de Bestias Mágicas estaba al Este de la Santa Unión.
Como materia de hecho, estaba muy cerca al Instituto Ernst, tal vez solo a cien kilómetros de distancia. Generalmente hablando, esos en buena forma serían capaces de viajar desde la cordillera hacia el Instituto Ernst en medio día.
“Aquí en el Instituto Ernst, he visto muchas bestias mágicas. Wow, hombre, hay bestias voladoras, bestias de carrera, y todo tipos de bestias. Pero muchas de las personas que tienen bestias mágicas como compañeros en el Instituto Ernst son instructores magus, u unos cuantos estudiantes de nivel alto.” George suspiró en admiración.
Justo cuando los cuatro hermano llegaron a la puerta principal, de repente–
“Linley.”
Una voz familiar se escuchó. Girando su cabeza para mirar, sorpresiva alegría apareció en el rostro de Linley. “Tío Hillman.”