Libro 3 - Capítulo 3
Una Noche en el ‘Paraíso de Agua Jade’
Traducción: Radak
Edición: Radak, Sho Hazama
Corrección: Radak
Edición: Radak, Sho Hazama
Corrección: Radak
El tiempo pasó, en un abrir y cerrar de ojos, ya era el final de mayo.
Durante los pasados dos meses, cada día, Linley pasó parte de su tiempo libre en estado meditativo, y el resto practicando o leyendo. La biblioteca del Instituto Ernst tenía una enorme cantidad de libros, y leyendo esos libros, Linley fue capaz de incrementar la amplitud de su conocimiento.
29 de mato, en la mañana.
Linley, Yale, George y Reynolds estaban de pie en la plaza al frente de la Galería Proulx. Un carruaje cercano contenía dentro tres cajas de madera tallada. Durante los pasados dos meses, Linley se las había arreglado para producir nueve esculturas nuevas, pero ya que esta era su primera vez llevando arte a la galería, Linley solo quería probar como funcionaría y asó solo trajo tres.
“Lleva esas tres cajas,” Yale dirigió.
Algunos sirvientes desde el clan de Yale comenzaron a levantar y mover esas cajas.
“Tercer hermano, ven conmigo.” Yale claramente era muy familiar con este camino, y él se dirigió hacia el lado de la Galería Proulx. La Galería Proulx tenía una gran cantidad de espacio, y a un lado de la entrada principal, unos cuantos cientos de metros de distancia, había una puerta no tan remarcable, con un hombre de mediana edad vestido en un atuendo de guerrero de pie al frente de ella.
Cuando el hombre de mediana edad vio a Yale se apresuró hacia él, con sus ojos brillando. Sonriendo, puso sus respetos y dijo, “¡joven maestro Yale, bienvenido!”
Yale sonrió y asintió. “Imagino que ya sabes por qué estoy aquí. Este es mi buen amigo, Linley. Esas esculturas son suyas. ¿Dónde están tus sirvientes? Has que las lleven adentro.”
“Por favor espere.” El hombre de mediana edad sonrió y asintió.
Muy pronto, muchos sirvientes emergieron desde el corredor, y el hombre de mediana edad sonrió hacia Linley. “Joven maestro Linley, de acuerdo a las reglas de nuestra Galería Proulx, necesita dejar su prueba de identificación. Todo lo que necesita hacer es dejar que nosotros tomemos los detalles de su identificación de estudiante del Instituto Ernst.”
La identificación de estudiante del Instituto Ernst era una prueba más que suficiente.
Linley retiró su identificación de estudiante.
Aceptando los papeles de identificación de Linley, el hombre de mediana edad los miró, y sus ojos de inmediato se iluminaron. Sorprendido, levantó su mirada hacia Linley. “¿Quinto grado?” El grado de Linley era muy visible en los papeles de identificación. Para que alguien tan joven llegue al quinto rango como magus era de hecho muy sorprendente.
Yale no puedo evitar decir con orgullo, “este hermano mio es uno de los dos genios definitivos del Instituto Ernst. El año pasado, cuando él tenía solo catorce años, en los exámenes de fin de año, alcanzó el título de magus de quinto rango.”
¿Uno de los dos genios definitivos del Instituto Ernst?
En su corazón, el hombre de mediana edad sabía muy claramente que las futuras expectativas para este joven de pie frente a él, no tendrían límites. Su actitud de inmediato se volvió mucho más obsequiosa. Después de registrar los detalles biográficos de Linley, hizo una marca en cada uno de las tres cajas.
“Joven maestro Linley, todo está arreglado. Todo lo que ustedes tiene que hacer, es volver en un mes y recolectar la remuneración.” El hombre de mediana edad sonrió.
“¿En un mes? No tendré tiempo el próximo mes. ¿Podemos retrasarlo a tres meses?” Linley preguntó. Linley estaba planeando dirigirse hacia la Cordillera de Bestias Mágicas en una semana o dos, y en este viaje, estaba planeando pasar dos mese ahí.
“No hay prisa. Siempre que sus esculturas encuentren compradores, puede volver en cualquier momento para recolectar su ganancia.” El hombre de mediana edad asintió.
Yale frunció el ceño. “¿Hrm? Qué pasa. Recuerdo que en el pasado, antes de aceptar alguna escultura, primero se inspeccionaba el contenido de la caja. ¿Por qué no se inspeccionarán esta vez?”
El hombre de mediana edad dijo, “la razón por la que inspeccionamos el contenido de las cajas es para prevenir que inescrupulosas personas envíen algunas esculturas ya dañadas. Si somos incapaces de detectar el daño, ellos podrían clamar que el daño fue causado por la galería e intentar extorsionarnos. Pero ya que esas tres particulares esculturas han sido traídas por el joven maestro Linley y usted, joven maestro Yale, no tengo preocupaciones. Confío en que alguien como usted, joven maestro Yale, no se rebajará a tales acciones.”
El hombre de mediana edad sabía exactamente lo que hacía.
¿Qué tipo de persona era Yale?
¿Extorsionar a la Galería Proulx? La cantidad de dinero que él podría ser capaz de obtener probablemente no sería suficiente para contar el dinero en sus bolsillos. Y el creador de esas esculturas, Linley, era conocido como uno de los dos genios definitivos del Instituto Ernst. ¿Cómo personas como ellos se rebajarían a tales acciones?
.........
El día se volvió noche. En el principal camino de Ciudad Fenlai del Este, la avenida Pabellón Fragrante. El tercer piso del Paraíso de Agua Jade. Linley y los otros tres tenían una habitación propia.
Las noches en Ciudad Fenlai eran siempre muy ocupadas.
Pero las noches dentro del Paraíso de Agua Jade eran incluso más bulliciosas, habiendo llegado al pico del ajetreo. Las coquetas risas de mujeres podían ser escuchadas sin parar, mientras el rugido y las heroicas risas de hombres también se escuchaban constantemente. Dentro de la habitación privada, los cuatro hermanos bebían mientras tenían una ociosa conversación, y por cada uno de sus lados había una delicada y bella chica.
“Segundo hermano, tercer hermano, voy a la cama, y cuarto hermano también. Ustedes dos...” Sus brazos envueltos alrededor de una chica de cabello largo y verde, el aliento de Yale olía fuertemente a licor.
“Basta, jefe Yale. Deja de hablar, ¿está bien?” Yale interrumpió las palabras de Yale.
Yale y Reynolds intercambiaron miradas, entonces observaron a Linley y George con miradas desdeñosas. Y luego Yale y Reynolds, cada uno de ellos con un brazo alrededor de la cintura de sus respectivas acompañantes, dejaron la habitación privada. Por dos años, Linley y la pandilla había venido a menudo aquí.
Generalmente, Yale y Reynolds saldrían a divertirse, mientras Linley y George a lo mucho beberían un poco y charlarían con las chicas.
“Joven maestro Linley, nos conocemos desde hace dos años, pero usted...” La chica de cabello verde sentada al costado de Linley dijo en tono infeliz.
Linley no pudo evitar sentir que un dolor de cabeza de avecinaba.
“Aira, si estás cansada, puede ir a descansar. Te garantiza que cuando el tiempo venga, no recibirás ni una sola monedas menos de la que te mereces.” Linley no tenía opción sino decirlo con frialdad, causando que la chica llamada Aira ya no se atreviera hablar. Era muy raro ver a alguien venir al Paraíso de Agua Jade solo para beber.
Una luz blanca brilló desde el Anillo Coiling Dragon, y se transformó en sí misma en Doehring Cowart.
Doehring Cowart, con el rostro envuelto en sonrisas, observó a Linley. Bromeando, dijo, ‘oye, Linley. ¿Por qué tienes tal mirada de tonto en tu rostro teniendo tal chica al frente tuyo? Desafortunadamente, yo, un venerable Gran Magus nivel Santo, soy solo un espíritu sin cuerpo. No puedo tocar a una mujer, incluso si quisiera. Y tú, bribón, ¿actúas en tal manera?”
“Abuelo Doehring.” Linley frunció el ceño en descontento mientras decía mentalmente a Doehring Cowart.
Doehring Cowart frunció sus labios. “Nunca has probado el sabor de una mujer. Si lo hubieras hecho, no actuarías en tal forma.”
Linley levantó su cabeza y miró hacia fuera de la ventana, ya no poniendo alguna atención a ese libidinoso Doehring Cowart. El frío aire del exterior golpeó en su rostro, ayudando a Linley a calmarse
“La Cordillera de Bestias Mágicas. ¿Cómo será por dentro?”
En una o dos semanas, Linley iba a partir hacia ese lugar. Dentro del Instituto Ernst, Linley había escuchado muchas leyendas con respecto a la Cordillera de Bestias Mágicas, y también escuchó mucho desde Doehring Cowart. Sin embargo, Linley nunca había ido por sí mismo. Así, Linley solo confiaba en su propia imaginación cuando intentaba retratar la Cordillera de Bestias Mágicas.
“En una semana.”
Mirando hacia afuera de la ventana, al ver el cielo nocturno sin límites, Linley hizo su decisión.